El límite de aforo en los edificios judiciales de la provincia por la crisis del coronavirus y la reanudación de la actividad en los juzgados dejan imágenes de colas en el acceso a las sedes. En la capital de la Plana, por ejemplo, una treintena de personas, ataviadas con mascarillas y guantes, aguardaban este lunes su turno para entrar en la Ciudad de la Justicia mientras la Guardia Civil realizaba un control exhaustivo. Y es que los agentes no solo aseguran a diario el aforo con un dispositivo electrónico que lleva la cuenta de los usuarios, sino que comprueban, además, que cada ciudadano tiene citación para realizar un trámite concreto.

Dicho de otro modo, los castellonenses no pueden acudir sin autorización expresa a los juzgados. Deben ponerse en contacto telefónico con el órgano en cuestión o con el Registro Civil y tener autorización para acudir hasta allí.

Se da la circunstancia de que la comisión autonómica de seguimiento del covid-19 en juzgados y tribunales de la Comunitat ha dejado sin efecto el sistema de cita previa telemática --activa hasta ahora-- al detectarse algunos problemas técnicos. Según confirman fuentes de la Conselleria de Justicia, tanto los profesionales, como el resto de ciudadanos, deberán igualmente contactar ahora con los juzgados --aunque no por la plataforma de cita previa-- para solicitar el citado permiso.

En la sede de la capital de la Plana, según el plan de contingencia de la Conselleria, pueden estar a la vez un máximo de 623 personas entre público y profesionales (abogados, procuradores etc.) --además de 570 funcionarios--. En Vila-real se permiten al mismo tiempo 226 usuarios y 86 trabajadores; mientras que en Nules son 81 y 60, respectivamente. En el caso de Vinaròs, el Palau de Justícia puede albergar a 89 ciudadanos y 77 funcionarios; y en Segorbe, con las instalaciones más modestas de la provincia, solo caben ahora 22 personas de público y 13 trabajadores.

Los sindicatos afirman que en estos momentos hay una afluencia «superior a la normal» porque «se acaba de retomar la actividad». «Lo mismo sucede cuando acaba agosto, que es inhábil. Entre el parón y las medidas de prevención, se nota», apuntan.

El salón de actos, listo para las vistas

El salón de actos, utilizado para las últimas reuniones, está ya acondicionado para celebrar vistas. Así lo afirman desde la Conselleria que dirige Gabriela Bravo, tras la polémica generada alrededor de la suspensión del juicio contra un presunto abusador de menores por falta de medidas de seguridad, según el tribunal. Por el momento, la Audiencia celebra sus juicios en sus propias salas.