El alcalde de Vila-real, José Benlloch; y la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, visitaron este martes el Albergue Municipal para valorar sus posibilidades como alojamiento para temporeros que pudieran requerir ser aislados por coronavirus durante la próxima campaña. La visita se produjo tras el ofrecimiento del primer edil, «el primero» que reciben de estas características, según la propia consellera- para facilitar el aislamiento, en caso de ser necesario.

El alcalde mostró a la consellera el recinto, con una capacidad de 44 camas y que en las últimas semanas se ha puesto a punto a través del Plan de choque especial de los Servicios Públicos, por si fuera necesario utilizarlo para aislar a trabajadores agrícolas en caso de contagios del virus. «Estos temporeros son población vulnerable en este momento de pandemia porque muchos vienen de otras zonas y comparten residencia durante el tiempo que están trabajando en nuestro campo», apuntó Benlloch.

El alcalde manifestó «la voluntad del Ayuntamiento de ayudar en todo lo que podamos para que la campaña citrícola, en la que este año hay buenas perspectivas, se pueda desarrollar con la mayor normalidad posible y no se vea afectada por el covid-19, después de sucesivas campañas desastrosas que se han vivido en los últimos años y que han puesto en juego el futuro de nuestra agricultura». Asimismo, recalcó que «ahora la prioridad es la salud de las personas y por eso estamos poniendo todos los recursos posibles para luchar contra la pandemia».

«Desde el inicio de la crisis, el Ayuntamiento se puso a disposición de las autoridades sanitarias y la Generalitat para ayudar en cuanto estuviera en nuestras manos», recordó el alcalde, quien añadió que «el mejor ejemplo es que de inmediato cedimos el Centro de Tecnificación Deportiva como hospital auxiliar del Hospital de la Plana, un edificio pagado con el dinero de todos los valencianos y valencianas; un monstruo de 28 millones de euros que en 2011 recibimos sin contenido y al que hubo que dar viabilidad en 2014, con un convenio por el que el Ayuntamiento asumía su gestión y pendiente de renovar».

La consellera destacó que el albergue «reúne todos los requisitos para acoger a temporeros y garantizar así que la campaña de naranja pueda desarrollarse con la mayor normalidad». Además, apuntó que, en el caso de que sea necesario su uso, la Conselleria de Agricultura se haría cargo de la manutención y costes del alojamiento.