Rusia ha optado por la vía china para contener la epidemia de covid-19. La alcaldía de Moscú controlará los movimientos de las personas mediante un código QR que será asignado en breve a cada ciudadano, y que deberá ser mostrado a cualquier agente de policía que se lo exija en la calle. Además, a través de una aplicación telefónica presentada a la prensa este miércoles, vigilará los movimientos de todos aquellos infectados o sospechosos de contagio que hayan sido puestos en cuarentena por las autoridades médicas.

El anuncio ha sido criticado por miembros de la oposición, que temen que la ciudad se convierta en un "campo de concentración" digital. Moscú es de lejos la zona del país más afectada por los contagios, y la primera en decretar el confinamiento. Siguiendo las recomendaciones del primer ministro, Mijail Mishustin, una sesentena de regiones, repúblicas o territorios han adoptado las medidas restrictivas decididas por la capital.

Pese a que se han detectado carestía de material sanitario en algunos centros médicos militares, el Kremlin parece decidido a avanzar posiciones en el tablero geopolítico enviando ayuda a países donde la epidemia está golpeando fuerte. Durante esta madrugada, un avión Antónov 124 despegó de Rusia con destino a EEUU con "mascarillas y equipamiento médico" a bordo, según ha informado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Sintonía personal Trump-Putin

Demostrando una vez más la sintonía personal que existe entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y su homólogo ruso, la decisión se tomó después de que ambos mandatarios mantuvieran una conversación telefónica. "Rusia nos ha enviado un avión enorme con cosas. Equipamientos médicos. Ha sido muy bueno", se ha congratulado en Washington el presidente Donald Trump.

Queriendo salir al paso de las acusaciones de oportunismo político, Peskov ha justificado el envío de material en la amplitud de la epidemia, que afecta al mundo en su enteridad. "No hay alternativa a acciones en el espíritu de partenariado y asistencia mutua", ha querido destacar Peskov. Otros países a los que Moscú ha enviado ayuda son sus aliados habituales, como Corea del Norte, China, Irán, Venezuela o algunas exrepúblicas soviéticas.

El caso más destacable -y polémico- ha sido el de Italia, el país más favorable de la UE a las posiciones del Kremlin. Mientras la prensa italiana denunciaba que gran parte de la ayuda era inservible, mientras dirigentes militares prevenían contra la presencia de soldados rusos en el país transalpino, miembro de la OTAN.