Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, ha dado luz verde a la Federación Estadounidense de Tenis (USTA) para la organización del Abierto de Estados Unidos que, según estaba previsto, podrá disputarse en las fechas anunciadas del 31 de agosto al 13 de septiembre. Esta notificación de las autoridades de Nueva York era la que esperaban los organizadores del Grand Slam para confirmar finalmente su decisión de disputar el torneo.

"La USTA tomará precauciones extraordinarias para proteger a los jugadores y al personal, incluyendo pruebas sólidas, limpieza adicional, vestuarios adicionales, alojamiento dedicado y transporte" , ha tuiteado Cuomo.

Como ya se había anunciado los responsables del Abierto de Estados Unidos tienen previsto imponer unas estrictas medidas para la seguridad de los jugadores y el personal que participe en el evento. "Desde el principio hemos construido este plan hablando con muchos actores implicados y consultando con expertos en seguridad sanitaria. Queremos seguir adelante con el torneo porque consideramos que podemos hacerlo", declaró Chris Widmaier, portavoz de la USTA, el lunes a la premsa estadounidense.

Los responsables del Abierto de EEUU son conscientes de que aún falta dos meses para disputar el torneo y son conscientes de que pueda haber un rebrote del coronavirus que pueda romper sus planes, pero confían en que las cosas vayan bien.

"Hemos trabajado 24 horas al día para descubrir la manera de celebrar el torneo de la manera más segura posible. Sentimos que si los jugadores quieren participar y cumplenlas medidas de distanciamiento social, el virus no podría propagarse de ningún modo. Nuestros especialistas en enfermedades infecciosas están convencidos de ello y de que las medidas planteadas son correctas", aseguró Patrick Galbraith, presidente de la USTA.