Las medidas adoptadas por el Consell el pasado mes de agosto, tras un acuerdo con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, para intentar contener la pandemia del coronavirus se prorrogarán, por tercera vez, durante 21 días más en la Comunitat, según anunció ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, durante su comparecencia para anunciar las limitaciones adicionales que deberán cumplir cuatro localidades valencianas, entre ellas Onda. Estas restricciones incluyen la prohibición de fumar en la vía pública o al aire libre si no se puede guardar dos metros de distancia de seguridad y el cierre de todas las discotecas, salas de baile y bares de copas con y sin actuaciones en directo.

Esta resolución, que se publicará el próximo lunes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), se adopta por «prudencia», ya que aunque la Comunitat está en una situación de «contención» del virus «todavía no hay un descenso» en la transmisión del virus.

Al respecto, Barceló avanzó que, aunque el periodo de cada prórroga acordado es de 21 días, el cierre del ocio nocturno en la Comunitat se mantendrá, aunque mejore la situación epidemiológica, hasta que el Consejo Interterritorial acuerde levantar esta restricción. En ese sentido, explicó que el sector del ocio nocturno valenciano «no podrá abrir hasta que toda España esté bien» porque cuando se adopta una decisión en el seno de este consejo es porque «hay algo común en todo el territorio, que es la movilidad».

«Sé el problema y la situación del sector, pero hay que seguir protegiendo la salud porque todos los días mueren personas», insistió la titular de Sanidad, sabedora del gran malestar que la decisión ha provocado en el ocio nocturno que ya ha advertido del cierre definitivo de un elevado número de locales.

Prevención

La consellera destacó que las medidas que está adoptando la región son «casi preventivas» para «encapsular brotes y no perder la trazabilidad» y poder «ir saliendo de la medio parálisis que tenemos» ya que, aunque «estamos por debajo de la media, llevamos mucho tiempo en una meseta y no terminamos de bajar».

No obstante, Barceló recalcó que por el momento «no hay presión asistencial» y la ocupación en camas hospitalarias y en las unidades de cuidados intensivos (UCI) es «muy baja».