La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incidido en los últimos días en el «insignificante riesgo» de un posible contagio de covid-19 por el contacto con el papel de los periódicos. Según el organismo que vela por la salud del planeta, manipular y hojear la prensa escrita, ya sea en un domicilio particular como en cualquier establecimiento de carácter público, como bares, peluquerías o salas de espera de cualquier consulta médica, es una actividad segura y no es causa de contagio, aunque el mismo ejemplar haya sido utilizado por varias personas.

Tanto la OMS como los principales institutos científicos y virólogos de referencia internacional «nunca han documentado la transmisión del covid-19 a través de papel de periódico ni tampoco por su uso compartido», destaca la Asociación de Medios de Información (AMI). «Las primeras investigaciones científicas sobre la transmisión del virus a través de superficies sugieren que las porosas tienen menor potencia y durabilidad», señala el comunicado de AMI, que también subraya el hecho de que «los periódicos son aún más estériles debido a la tinta y el proceso de impresión», a lo que se añaden las fuertes medidas de seguridad que los editores, así como la cadena logística que permite la llegada de los periódicos a su destino final, han adoptado.

En esa línea, no solo la OMS tacha de «infinitamente insignificante» el riesgo de contagiarse por que una o varias personas consuman el mismo periódico. También las investigaciones científicas llevadas a cabo por las universidades de Bochum y Greifswald, en Alemania, han conducido al mismo resultado: el papel, al ser poroso, es una de las superficies más resistentes y su exposición a la contaminación es prácticamente «ínfima».

«Los periódicos son bastante estériles debido a la forma en que se imprimen y al proceso de producción por el que pasan», sostiene por su parte el virólogo noruego George Lomonossof, uno de los mayores expertos en el virus, que trabaja en una vacuna en el Centro de Investigación Microbiótica John Innes.

Empresarios, hosteleros, autónomos y, por supuesto, clientes esperan que el Gobierno permita la lectura de periódicos en sus establecimientos durante las fases de desescalada de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, al tratarse de una práctica segura y avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).