El Parlamento de Hungría ha votado este martes el fin del estado de emergencia en Hungría, que hizo posible que el Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán gobernara por decreto durante la crisis del coronavirus, una medida que ha generado severas críticas dentro y fuera del país.

El estado de emergencia por la pandemia dwl covid-19 fue aprobado por el Parlamento a mediados de marzo con la mayoría de dos tercios de los escaños que ostenta el partido de Orbán, el Fidesz, y sin el apoyo de la oposición, ya que el texto no incluía un límite temporal a esos poderes extraordinarios.

Desde diversas oenegés húngaras hasta la Comisión Europea (CE) han expresado su preocupación por el poder casi ilimitado que le otorga la ley a Orbán y a su Gobierno. A finales de mayo, el primer ministro había avanzado que el Gobierno iba a presentar una ley para poner fin a esas competencias extraordinarias, tras considerar que la medida había cumplido su misión y que sus críticos deberían disculparse.

Puertas abiertas

No obstante, en un comunicado conjunto Amnistía Internacional, la Unión por los Derechos Fundamentales y el Comité Helsinki Húngaro han alertado de que la proyectada ley contiene una disposición que abre las puertas a que el Parlamento vuelva a traspasar al jefe de Gobierno poderes extraordinarios similares. La normativa estipula sin embargo periodos limitados de seis meses, con posibilidad de prolongaciones.

Se espera que después de la aprobación en el Parlamento y el visto bueno del presidente de la República, se decrete el levantamiento del estado de emergencia para el 20 de junio, al tiempo que se mantendrá la alerta epidemiológica ante la eventualidad de que se produzca una segunda ola de contagios por coronavirus.