Los salones de peluquería y estética de la provincia preparan su reapertura --todavía sin fecha-- con listas de espera, reorganización y un sinfín de dudas, en cuanto a las medidas que deberán tomar contra el covid-19.

Y es que son de los profesionales que más expuestos estarán, pues no pueden trabajar cumpliendo la distancia de seguridad recomendada. «No sabemos cuándo realmente podremos abrir, ni qué tipo de EPIS tendremos que utilizar. Lo estamos mirando en grupos de compañeros porque nadie nos informa de nada», explica Gina Bort, de un establecimiento de Benicàssim.

Bort tiene claro que en su salón no podrán atender al mismo número de clientas, para respetar la distancia entre ellas y garantizar una mayor seguridad, por lo que no utilizarán todos los tocadores como antes.

Percibirán menos ingresos, pero deberán asumir el mismo desembolso por el precio del alquiler del local. Y algunos se verán obligados a prescindir de personal.

COMPRA PREVIA // Gloria León, otra profesional benicense del sector, reconoce que están «completamente desinformadas». «Nos preparamos más por sentido común, en cuanto a la compra de mascarillas, geles o guantes, que por las directrices que nos dan», indica. Además, avanza que «antes de abrir haremos una limpieza y desinfección de las áreas de trabajo, habilitaremos zonas de espera con sus separaciones pertinentes y todo bien señalizado para que el cliente se sienta protegido y sin tener riesgos».

Elvetia García, de un centro de estética de Benicàssim, constata que tienen «muchas dudas». «No sabemos cómo abriremos, cuándo, ni qué tenemos que hacer. Estoy mirando las protecciones que podríamos necesitar», añade.