Perú se ha convertido en el quinto país del mundo con mayor cantidad de muertos por la pandemia. "Pensamos que son unas 43.000 personas que han tenido que perder la vida en este momento, la gran mayoría por covid-19", dijo en rueda de prensa la ministra de Salud, Pilar Mazzetti. La admisión del Gobierno del presidente interino Martín Vizcarra ha provocado un fuerte impacto social y mediático, pero sorprendió a pocos en Lima. Antes de que Mazzetti corrigiera los cálculos oficiales, se contabilizaban 18.612 óbitos. A esa cifra, la ministra le añadió "ocho mil personas sospechosas con criterio médico" y una diferencia adicional del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) de otros 19.000 casos letales". De esta manera, Perú solo es superado en cantidad de decesos por Estados Unidos (150.683), Brasil (90.134), Gran Bretaña (46.046) y México (45.361). De acuerdo con información oficial, previa a la rectificación de los números totales, unos 2100 enfermos murieron en sus casas, en la vía pública o camino al hospital. De ese total, el 73% eran adultos mayores.

Las autoridades sanitarias ya habían ajustado la semana el número de víctimas fatales, al sumar 3.688 casos. También adelantaron que se estaban investigando otras 22.000 muertes para determinar habían sido provocadas por el coronavirus. Días atrás, el ministerio de Salud dio también pistas concretas de que las estadísticas no estaban dando cuenta de la realidad. Un estudio había arrojado que el 25,3 % de los habitantes de la capital, donde viven unas 2,7 millones de personas, tenían el virus en sus cuerpos. De acuerdo con la cartera de Salud, existen al día miércoles 400.683 personas con covid-19, lo que convierte a Perú como el séptimo país en el mundo y el tercero en Latinoamérica con más casos positivos.

Nueva estrategia

"Tenemos aumento de cifras, pero es lento y afortunadamente hasta el momento, no tenemos lo que se caracteriza como un rebrote", dijo Mazzetti sobre la situación actual de la pandemia. A principios de julio, el Gobierno dispuso el fin de la cuarentena nacional. En virtud de las nuevas informaciones sobre el impacto del coronavirus, la ministra reconoció que se está evaluando la posibilidad de ordenar confinamientos focalizados en zonas del país muy afectadas por la epidemia, como se hizo la semana pasada en las provincias de Cajamarca, San Ignacio y Jaén, en la región norteña de Cajamarca; y en La Convención, en la sureña Cusco.

Como en otros países de la región, se escuchan en Perú voces en rechazo a las restricciones de movimiento. "No se pueden prohibir las aglomeraciones", opinó el pastor evangelista y líder del colectivo 'Con Mis Hijos No Te Metas', Christian Rosas, quien a su vez criticó al Gobierno por no permitir que las iglesias puedan abrir sus puertas.

Mazzetti sostuvo que su despacho sigue contratando personal para reforzar el primer nivel de atención, por lo que invitó "a médicos, enfermeras, personal asistencial que les guste el trabajo aguerrido a postular, pues hay una tremenda necesidad de personal".

Vizcarra anunció que el presupuesto inicial para el sector salud en 2021 será de 20.000 millones de soles (5.882 millones de dólares) en el marco de un acto simbólico celebrado en el Cuartel General del Ejército debido a la suspensión del tradicional desfile militar de cada año por las fiestas patrias. El presidente formuló ahí un reconocimiento especial a las instituciones que han luchado "en la primera línea" contra la pandemia, entre ellos, los militares, la Policía Nacional, los bomberos voluntarios y el personal sanitario.

"El presidente dice que el covid-19 encontró un país fuerte pero con deficiencias estructurales como la desigualdad y la informalidad. Eso no es un país fuerte. Es un país débil. Allí está todo el problema. Cuando el país crece por las materias primas, los pobres disminuyen. Pero siguen siendo informales porque la estructura productiva es incapaz de acogerlos. Y la desigualdad también aumenta, cuando se mide por la riqueza", señaló Humberto Campodónico, columnista del diario La República.