El pleno del Ayuntamiento de Castelló, que comenzó con un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus y se prolongó durante casi cinco horas, aprobó ayer instar al Gobierno central a que autorice al consistorio a invertir el superávit municipal en políticas contra el covid-19. La declaración institucional, presentada por los grupos municipales del PSOE, Compromís y Podem-EU, contó con el visto bueno de todos los concejales por lo que el Ayuntamiento dará cuenta al Ejecutivo.

ACORD DE FADRELL

Por el contrario, durante la sesión plenaria, las ocho mociones presentadas por PP, Ciudadanos y Vox que hacían referencia a propuestas sanitarias, fiscales, económicas y sociales, fueron rechazadas ya que, según el Acord de Fadrell, no se ajustaban a la ley. Y tanto Donate, como Garcia y Navarro, representantes del PSOE, Compromís y el partido morado respectivamente, defendieron las acciones que el Ayuntamiento de la Plana está realizando para paliar la crisis y a beneficio de la ciudad.

A este respecto, la portavoz popular, Begoña Carrasco, lamentó que «vuelvan a perder los castellonenses porque el equipo de gobierno llega tarde y a este paso van a llegar mal porque hacen mucha propaganda y poca gestión». En el mismo sentido se pronunció Alejandro Marín-Buck, quien acusó al Acord de Fadrell de «hacer un brindis al sol» y no hacer «su trabajo cuando la situación más lo exige». Luciano Ferrer, de Vox, pidió la ejecución de «un plan de contingencia para familias y creación de empleo».

Por otra parte, los grupos municipales de Compromís y Podemo-EU anunciaron que reducirán sus retribuciones hasta un 12% frente a la crisis. Una rebaja que se aplicará de mayo a noviembre. También el gobierno municipal dio a conocer las diferentes medidas que aplicará en sus sueldos y en los de sus asesores y que, en total, supondrá una cuantía al mes de 11.595,53, que se destinarán a diversas medidas dirigidas a hacer frente al coronavirus en la ciudad de Castelló.