El índice de precios de consumo (IPC) se situó en abril en el -0,7% en tasa interanual, niveles no vistos desde el verano del 2016, por el descenso de los precios de los carburantes, mientras que repuntaron con fuerza los precios de los alimentos en medio de la pandemia del coronavirus.

Según el indicador adelantado publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), junto al descenso de los carburantes destacó el comportamiento de los precios de los alimentos, cuya tasa anual ha pasado del 2,5% en marzo al 4% en abril.

El INE explica que la declaración del estado de alarma ha provocado una situación inédita en la producción del IPC del mes de abril, ya que es la primera vez que una parte considerable de los bienes y servicios no están disponibles para su adquisición, o solo lo están a través de la web, y la recogida de los precios se ha tenido que realizar íntegramente por métodos telemáticos.

Con este desplome de siete décimas, el IPC interanual encadena tres meses de retrocesos. El organismo estadístico ha atribuido la disminución de la tasa interanual del IPC al abaratamiento de los carburantes y combustibles, frente a la subida de precios que registraron en abril del 2019.

Debido a la situación de confinamiento de los hogares por el coronavirus, el INE ha elaborado dos agregaciones especiales en las que se recoge el efecto en los precios de los bienes y servicios que la mayoría de los hogares han seguido consumiendo en la situación actual, Los precios de los productos incluidos en el Grupo especial bienes covid-19 aumentan un 1,2% en abril, respecto al mes anterior. Mientras que los servicios covid-19 disminuyen un 1,4% en abril respecto a marzo.

Estadística destaca el comportamiento de los precios de los alimentos, cuya tasa anual pasa del 2,5% en marzo al 4% en abril. De ellos, los alimentos frescos alcanzan una tasa del 6,9%, tres puntos por encima de la del mes anterior, y los alimentos envasados, sitúan su tasa anual en el 2,2%, seis décimas por encima de la de marzo.

Dado que el efecto del coronavirus en la producción del IPC es común en la mayoría de los países de la Unión Europea, el INE trabaja en colaboración con Eurostat y las oficinas de estadística de los estados miembros, con el fin de adoptar medidas metodológicas comunes que permitan disponer de un indicador de calidad. Las líneas básicas que conforman el nuevo modelo de trabajo se sustentan en cuatro elementos fundamentales: la recogida telemática de los precios (mediante entrevista telefónica y acceso a las webs), la cobertura completa de la cesta de la compra, la estabilidad de la estructura de ponderaciones y la implantación de métodos estadísticos de estimación de precios de los productos no comercializados.

La recogida de precios mediante visita al establecimiento se ha suprimido. En una situación normal, la mayor parte de los precios que sirven de base para el cálculo del IPC se recogen mediante la visita de los encuestadores del INE a los establecimientos que forman parte de la muestra. A partir de la declaración del estado de alarma, que conlleva el cierre de establecimientos y el confinamiento de la población, ha sido necesario adaptar el sistema y acometer la operación de recogida mediante contacto telefónico con los informantes, o mediante la obtención de la información a través de internet.