Una remesa de 6.000 pruebas ya se distribuye en las distintas áreas de salud de Castellón, Valencia y Alicante. Son todavía pocos pero algunos hospitales valencianos recibieron ayer los llamados test rápidos que en 15 minutos establecen si una persona se ha contagiado con el coronavirus SARS-CoV-2. Según anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la primera remesa incluía 6.000 test que se empezaron a repartir ayer en la Comunitat Valenciana, parte del total que aún debe llegar durante los próximos días comprados por el Ministerio de Sanidad.

Los sanitarios estaban esperando la llegada de estos kits, que suponen una nueva forma de diagnosticar la enfermedad, ya que desde hace una semana se había dejado de hacer la prueba a las personas con síntomas leves (el 80 % de los infectados no tiene síntomas graves) a las que directamente se les pedía confinamiento en casa sin saber si eran realmente positivos o no en un intento de priorizar recursos, materiales y humanos.

Con estos nuevos equipamientos será mucho más fácil y rápido detectar a aquellas personas contagiadas y que, al no saberlo, pueden contagiar, de ahí que sea una ayuda más en parar la progresión de la epidemia. Además, serán cruciales para contener los contagios en dos de los puntos que más preocupan actualmente: los centros sanitarios y las residencias de ancianos.