El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reivindicó ayer que la Comunitat, en estos momentos, tiene de media la mitad de casos de coronavirus por 100.000 habitantes que el resto de España y, por tanto, la situación de la pandemia aquí «es mejor que en las otras comunidades autónomas». Y es que en regiones como Cataluña, Aragón, Madrid o el País Vasco la curva de contagios se ha disparado.

De todos modos, tras lanzar este mensaje, el jefe del Consell aclaró que la coyuntura es «peor de lo que estábamos y peor de lo que queremos estar» y apeló a la corresponsabilidad ciudadana para lograr «aislar al máximo» el crecimiento de la pandemia. En este sentido, alertó de que, si es necesario, habrá una «respuesta disciplinaria» contra las personas y empresas que incumplan las medidas restrictivas.

Así se manifestó el dirigente socialista, tras presidir la reunión del Centro de Coordinación Integrada (Cecopi) para tratar las medidas ante los rebrotes de coronavirus, que ascienden a 25 en la provincia desde que se decretara el fin del estado de alarma.

Confinamiento

Asimismo, Puig aclaró que, en principio, no está previsto aplicar confinamientos selectivos en la Comunitat, aunque se está trabajando en generar un marco jurídico estable que permita dar una respuesta en caso de tener que aplicar en algún momento confinamientos temporales, como sí se están realizando en otras regiones de España.

El presidente insistió en que el crecimiento de contagios en los últimos días es «sostenido, y por tanto, preocupante», pero no tiene «nada que ver» con el crecimiento que hubo en la primera parte de la pandemia. A este respecto, remarcó que ahora se está en disposición de atender una situación de emergencia grave con suministros para seis meses.

De este modo, el jefe del Consell destacó que la incidencia hospitalaria actual del virus y el número de personas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) valencianas están «muy lejos de los momentos más duros», en que llegó a haber casi 400 personas en estado crítico frente a las 30 actuales o 2.500 ingresadas frente a los 300 actuales. A pesar de esta comparativa, señaló que no hay que tener «la más mínima autosatisfacción». «Estamos preocupados, y por eso necesitamos esa complicidad de toda la sociedad».