La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, despejó este martes dudas sobre los permisos laborales que tendrán los progenitores cuyos hijos se infecten de coronavirus o deban permanecer en cuarentena preventiva. A pesar de que la titular de Educación, Isabel Celaá, anunció hace días una nueva fórmula para ayudar y cubrir económicamente a esos progenitores, Montero dejó claro que si un menor da positivo en la enfermedad, los padres -obligados a la cuarentena si conviven con el crío- tendrán derecho a una baja laboral, que tendrá criterio médico y formato de baja por incapacidad temporal. Este permiso es retribuido con cargo a la Seguridad Social y se percibe entre el 60% y el 75% del sueldo. También cubre a los autónomos, aunque su retribución varía en función de los casos particulares.

Ahora bien, si el menor tiene que guardar cuarentena preventiva -por ejemplo, tras haber dado positivo un compañero de su mismo grupo burbuja o por ser contacto estrecho en el caso de las aulas de los alumnos más mayores-, la única solución que tienen los padres por parte del Gobierno es acogerse al plan Me Cuida , que permite la flexibilidad de la jornada laboral, incluso con una reducción del 100%, pero que conlleva también reducción salarial proporcional. Los autónomos no podrán acogerse a este plan.

Pero los padres y las madres que trabajan fuera de casa -y más en el caso de los que no pueden teletrabajar o en el caso de los autónomos- están angustiados pensado cómo compaginarán su vida laboral con la hipotética cuarentena de sus hijos. Sobre todo, teniendo en cuenta que los abuelos no son esta vez ninguna opción.

Desde las diferentes autonomías se reclama al Estado una prestación especial que compense económicamente a los progenitores que se vean obligados a solicitar una reducción de jornada o una excedencia. Una competencia que hasta ahora la Comunitat Valenciana, el País Vasco o Galicia ya la han aplicado, donde tras el primer cierre de escuelas en primavera activaron sus propias ayudas para trabajadores que tuvieran que cuidar de un familiar debido al coronavirus.