Las instrucciones y protocolos para este atípico 2020-21 están claros: mascarilla obligatoria en los centros educativos (igual que en la calle y resto de espacios públicos, y entre personas no convivientes), lavado de manos continuo y distancia interpersonal de, al menos, 1,5 metros. Los centros educativos han rehecho su organización para adaptarse a estas normas que ha impuesto la pandemia y los docentes se van a volcar los primeros días en explicar todas las medidas al alumnado.

Pero, ¿qué pasa si un estudiante se niega a seguir las medidas implantadas y, por ejemplo, no quiere llevar mascarilla en clase? Las instrucciones de la Conselleria no contemplan este escenario ni hacen ninguna mención al respecto ya que, como apuntan algunos institutos, esto debe contemplarse en el reglamento de régimen interno de cada centro, igual que el resto de malos comportamientos, pues este documento regula la convivencia y detalla normas, derechos y responsabilidades.

Muchos centros de Secundaria han optado por incluir un anexo en el reglamento habitual con todas las medidas anticovid ya conocidas y también detallando cómo actuar en caso de incumplimiento voluntario y reiterado. En el caso de uno de los centros consultados, si se trata de una falta leve, la dirección tratará el asunto con el estudiante y se contactará con la familia, para propiciar una reflexión también desde casa.

Cuando el incumplimiento sea más grave o se repita, sí se abrirá expediente, igual que si se tratara de una falta de respeto a un docente, ya que se puede poner en riesgo la salud de los compañeros y el profesor. Por tanto, se actuará en función de la gravedad.

Otros centros son más restrictivos y ante la primera falta, ya anunciaron al alumnado que serán expulsados un día si, por ejemplo, se quitan la mascarilla o transitan por una zona en contra de lo que indiquen las señales de movilidad instaladas.

Desde la Associació de directores i directors del País Valencià confirman que el alumnado sí está concienciado y haciendo un correcto uso de la mascarilla, aunque reconocen que «preocupan más los problemas de distanciamiento», especialmente en el patio. «Se tiene que remarcar, igual que nos ha pasado a todos al principio con el tema de la mascarilla», explica Toni González Picornell, presidente de Adies-PV.