El Gobierno quiere que el estado de alarma continúe más allá del 24 de mayo, día en el que expira la cuarta prórroga aprobada para luchar contra el coronavirus. Esta última extensión fue validada por el Congreso con mucho sufrimiento para el Ejecutivo, gracias al apoyo de última hora de Cs y el PNV, pero Pedro Sánchez quiere volver a pedir, al menos, otros 15 días más. "Va a haber distintos estados de alarma. Ya estamos viendo distintos estados de alarma", ha dicho este sábado el presidente, aludiendo a la entrada el próximo lunes de varios territorios (donde vive el 51% de la población total española) en la llamada fase 1, que permitirá a sus habitantes mantener reuniones de hasta 10 personas, acudir a comercios cuya superficie sea menor de 400 metros cuadrados y disfrutar, con limitaciones, de actividades culturales en museos y bibliotecas.

Durante una comparecencia sin apenas anuncios, el jefe del Ejecutivo ha querido subrayar, sobre todo, la importancia de la responsabilidad individual en este nuevo estadio del combate contra la pandemia. "Pido cautela a quienes entran en la fase 1 ha explicado-. El virus no ha desaparecido. Sigue ahí, al acecho. El peligro no se extinguirá hasta que encontremos una vacuna. Mientras tanto, debemos estar vigilantes".

De ahí que sea necesario, a su juicio, prorrogar el estado de alarma, un instrumento "constitucional", que se ha mostrado "eficaz" y del que también se han dotado otros países a los que el covid-19 ha azotado con fuerza, como Francia, Italia y EEUU.

Pero las alianzas parlamentarias para aprobar una nueva extensión no están aseguradas. El PNV no es partidario de llevar las medidas excepcionales más allá del 24 de mayo. El PP, que se abstuvo el miércoles pasado, anuncia que votará en contra. La principal esperanza del Gobierno se sitúa en Cs, un partido con el que Sánchez se comprometió a desligar los ertes y las ayudas sociales aprobadas del propio decreto de alarma, para que continúen en vigor si este paraguas jurídico decae.

Consenso improbable

Los vínculos entre Sánchez y Pablo Casado pasan por uno de sus peores momentos, dentro de una relación que nunca ha estado marcada por la sintonía. Los ataques del PP al Gobierno prefiguran el fracaso de un pacto de reconstrucción social y económica a medio plazo, como quiere Sánchez, que aun así tampoco se ha esforzado estas semanas en mantener una comunicación fluida con el líder de la oposición.

Pero el presidente ha insistido en la importancia de esta iniciativa. "Tenemos que lograr esa reconstrucción desde la unidad: empresarios y trabajadores, las distintas comunidades, el Gobierno y la oposición", ha dicho.

Luto y homenaje

Sánchez, por último, ha explicado, como ya hizo el miércoles en el Congreso, que el Gobierno decretará el luto nacional por las víctimas del coronavirus (26.478, según los últimos datos) y organizará un gran homenaje a todas ellas. "El Gobierno lamenta cada uno de esos fallecimientos. Nos duele cada uno de ellos. El conjunto de la sociedad española deberá hacer ese duelo que nos permita expresar nuestro profundo dolor. Por eso, cuando la práctica totalidad de nuestro país esté en la fase 1, aprobaremos decretar el luto oficial: las banderas estarán a media asta ha señalado-. Y cuando dentro de unas semanas el país entero haya culminado todas las fases de desescalada, haremos un gran acto en recuerdo de todas las víctimas".