Este año la selectividad es "La historia interminable". El estudiante asturiano Ignacio Fernández la define así en el diario 'La Nueva España'. Ignacio toma el título de la novela de Michael Ende para describir las pruebas de acceso a la universidad (EvAU), retrasadas este año del 22 de junio al 10 de julio a causa de la pandemia. Navarra, Asturias y Extremadura han sido las primeras comunidades en zambullirse en la nueva normalidad de unos exámenes que siempre han puesto de los nervios a los estudiantes. Se juegan su futuro universitario. "Parecía que nunca iba a llegar este momento, pero ya estamos aquí. Con muchos nervios, claro", comentaba Ignacio ataviado con su mascarilla, que este año es un 'complemento' tan imprescindible como el DNI para acceder al recinto. Las aglomeraciones de estudiantes están prohibidas. Así que se acabó eso de repasar apuntes en grupo en la escalinata.

Este año también se han ampliado los recintos para celebrar las pruebas. Además de aulas universitarias también hay centros de educación secundaria, con el polideportivo incluido. Uno a uno tienen que ir entrando tras mostrar su identificación y ocupar sus puestos. Para despistados hay flechas en el suelo que indican cómo ordenar los flujos de entrada y salida. Lavarse las manos con agua y jabón y llevar siempre un bote de gel hidroalchólico forman parte de la nueva normalidad estudiantes, igual que no intercambiarse bolígrafos (¿a quién no se le ha olvidado a última hora ese elemento imprescindible?) o la limpieza constante de las aulas.

Un examen con más opciones

A pesar del calor y los nervios extremos, en ningún momento, los aspirantes a universitarios pueden desprenderse de la mascarilla. Tampoco los profesores que les vigilan para que ninguno copie. Las autoridades educativas siempre han tenido claro que este año -sin actividad académica presencial desde inicio de marzo- no podía terminar perjudicando a los estudiantes, así que optaron por flexibilizar el examen. Es decir, dar más opciones para que el aspirante escoja una de ellas. Cuantas más opciones hay más probabilidades de que saber alguno de los temas.

Dos textos periodísticos

En Extremadura, para la asignatura de Lengua, una de las opciones era un fragmento de un reportaje periodístico sobre el aumento de los delitos de suplantación de la identidad aprovechándose del miedo provocado por la pandemia. En Asturias, cayó otro texto periodístico: un artículo sobre la ludopatía firmado por Elvira Lindo.

A pesar de las dudas iniciales provocados por el coronavirus, finalmente las autoridades decidieron que la Selectividad sí se celebraría. Pero hay profesores que insisten en la temeridad sanitaria que supone semejantes concentraciones de personas. Esas mismas voces advierten de que, quizá, hubiera sido bueno estudiar otras opciones para que los alumnos den el salto a la universidad y copiar lo que sucede en los países anglosajones, donde no hay este tipo de exámenes sino que los aspirantes se digieren a la facultad en la que quieren estudiar la carrera y realizan trabajos y proyectos para ver si están a la altura.