El estado de alarma y la posterior suspensión de las procesiones de Semana Santa debido a las restricciones por el coronavirus dejaron a muchas hermandades con la tela de las túnicas y capirotes de nazareno de este año prácticamente sin usar. Un material de algodón que algunas cofradías de Sevilla han decidido reutilizar para la confección de mascarillas caseras entre las mujeres de la localidad y que, posteriormente, repartirán entre consultorios, centros de salud o limpiadoras que lo necesiten.

Dolores Díaz, mayordoma de la Hermandad de Santiago de Aznalcázar, explica al inicio del confinamiento se encontraron con varios rollos, casi intactos, de tela para las túnicas de quienes debían acompañar este año en la estación de penitencia a la Virgen de las Angustias. Fue en ese momento cuando empezaron a difundirse noticias acerca de la confección casera de mascarillas y otro material de protección debido a la escasez de éstos, por lo que pensaron que podía ser el mejor destino para esas piezas almacenadas en la casa hermandad. Preguntaron en el Ayuntamiento, que también había promovido la confección de este material entre las modistas del pueblo, pero éste, explica, ya estaba servido, así que decidieron realizarlas por su cuenta entre los socios de la hermandad.

Después de consultar en el centro de salud, hemos visto que sólo podíamos emplear una parte de la tela que teníamos, el algodón de los capirotes, porque el material para las túnicas es mucho más grueso, señala Díaz. Han contado también con la ayuda de los tapiceros de la localidad, que han prestado un tejido que hace de filtro interior y que se está usando también para realizar batas de protección para los sanitarios.

Protección no hospitalaria

Con 10 mujeres trabajando en sus casas, la Hermandad calcula que se podrán obtener unas 250 mascarillas de la pieza de 25 metros que tienen disponible. Sabemos que no son mascarillas médicas ni para estar en contacto con los contagiados, para eso ya hay material homologado, pero se pueden emplear con limpiadoras, celadores o todo aquel que necesite este material para evitar contagiar a otras personas cuando hables o tosas, añade Díaz. Y además, se pueden reutilizar simplemente lavándolas posteriormente con lejía y alta temperatura. Destinatarios no les van a faltar. Ya han mostrado interés en los centros de salud de Coria del Rio (Sevilla) o Almonte (Huelva), donde trabajan algunos de los hermanos de la cofradía, pero también en Alcázar de San Juan, que está más cerca de Madrid y sabemos que lo están pasando muy mal al no tener material de protección que evitan, cuando hablas o toses, poder contagiar a otras personas

Queríamos poner nuestro granito de arena en un momento como éste y ayudar a quienes lo necesitan, señala la hermandad. Y pese a que este año no podrán procesionar el Viernes Santo, no lo sienten como una pérdida. Otras veces ha llovido y también nos hemos quedado en casa, lo importante ahora es salir de esta situación, insiste Díaz.