En la Vall d’Uixó no habrá este año más fiestas patronales de Sant Vicent que las que se vivieron de forma virtual. Así lo ha anunciado la comisión organizadora, que ante la evolución de la pandemia y las medidas anunciadas por el Gobierno central, ha desistido de buscar una fecha alternativa en el 2020. «No vale la pena hacer algo a medias, solo por hacerlo», explicó su presidente, Carlos A. García.

Inevitablemente, esta decisión conllevará pérdidas que el colectivo ya ha valorado. El mismo día en el que se anunció el aplazamiento --en condiciones normales tendrían que haberse celebrado entre el 12 y el 26 de abril-- iban a presentar «el cartel y el libro de fiestas», una publicación que va más allá de la información de los actos, dado que cada edición incluye numerosas colaboraciones y artículos de investigación que le dan un valor añadido. El soporte físico estaba impreso, por lo que ese dinero ya no podrá recuperarse, al igual que sucede con «las camisetas o el detalle para los abonados y los participantes en la feria de este año».

Esos costes irrecuperables y alguno más suman una cantidad sobre la que la comisión ha empezado a trabajar de manera que «el gasto generado no repercuta en el presupuesto de las fiestas que celebraremos en el 2021».

Las razones que han fundamentado este desenlace son diversas y entre ellas tampoco han querido descartar las emocionales. Tanto la reina entrante, Marta Guzmán --cuya presentación no llegó a celebrarse--, como las integrantes de su corte de honor «quieren tener su año completo, y es lo justo», considera.

Dinero adelantado

Paralizar unas fiestas a las puertas de su celebración tiene implicaciones más allá de las ya enunciadas. Y es que para muchos contratos se había adelantado dinero y si bien algunos, como las actuaciones musicales, pueden posponerse sin mayores inconvenientes si existe predisposición al acuerdo --que así ha sido--, aspecto distinto es la compra de un toro, que suma edad y con ella condicionantes legales para su exhibición.

En este caso, «la buena voluntad y la conciencia general de que todos nos estamos viendo afectados por lo que está pasando» ha llevado a mantener los acuerdos a expensas de poder concretar las condiciones cara al próximo año. Ni desde las fiestas de Sant Vicent han demandado la devolución de los anticipos, ni la empresa de espectáculos ni los ganaderos «han ido a malas».

En marzo, cuando se anunció el aplazamiento, manejaban como alternativa viable «finales de mayo», por lo que ya no contemplan otras fechas este año.