A tiempos excepcionales, respuestas excepcionales. La propagación del coronavirus y el temor a una recesión sin precedentes de la economía europea no solo han llevado a Bruselas a suspender, por primera vez en su historia, el cumplimiento de los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, el instrumento de la Eurozona para garantizar la disciplina fiscal. Desde mediados de marzo la Comisión Europea ha modificado también en dos ocasiones el marco temporal de ayudas de estado para permitir a los gobiernos de la UE salir al rescate e inyectar miles de millones en subsidios públicos para garantizar la supervivencia de sus empresas.

Esta política ha suscitado muchas críticas ya que los países con un mayor margen fiscal tienen también mayor capacidad de fuego para apoyar a las empresas más golpeadas por la crisis y prueba de ello es que más de la mitad de las ayudas públicas autorizadas -1,95 billones de euros a través de más de 160 decisiones- corresponden a Alemania (51%), muy por delante de Francia (17%) o Italia (15%), los únicos que superan el 10%.

Aunque Bruselas debe asegurarse de que la ayuda no distorsiona la igualdad de las condiciones en el mercado interior, es un riesgo creciente del que llevan alertando semanas España y otros países de la Eurozona. "No tenemos ninguna razón para criticarla. La Comisión Europea ha relajado significativamente las reglas por la crisis del coronavirus y es perfectamente aceptable que los estados con el margen fiscal adecuado lo utilicen", dijo el comisario Paolo Gentiloni al diario Handelsblatt sobre las inyecciones masivas de Berlín.

Dos modificaciones

A raíz de la primera modificación, Bruselas autoriza a los Estados miembros a conceder subvenciones directas, ventajas fiscales selectivas y anticipos de hasta 800.000 euros a cada empresa para que puedan hacer frente a las necesidades urgentes de liquidez y mantenerse a flote. También están permitidas las garantías de estado para préstamos bancarios a empresas, créditos públicos a tipos de interés subsidiados, canalizar subvenciones a la economía real a través de los bancos y seguros de crédito a la exportación a corto plazo.

La segunda modificación aprobada hace dos semanas abre todavía más este grifo al permitir a los Estados miembros, aunque bajo estrictas condiciones, renacionalizar temporalmente empresas permitiendo "intervenciones públicas" en forma "de ayudas destinadas a la recapitalización de empresas no financieras" y reducir el riesgo para el conjunto de la economía europea. Para evitar falseamientos indebidos de la competencia solo se pueden conceder "si no se dispone de otra solución adecuada", siempre que redunde en el interés común debido a las dificultades sociales que entrañaría la quiebra y se limiten al mínimo para garantizar la viabilidad y restablecer la situación antes de la crisis.

Además, el Estado también deberá recibir una remuneración suficiente, que incentive a los propietarios la recompra de las acciones y se exigen planes de salida de forma que el capital público solo estaría autorizado a permanecer un máximo de seis años en las empresas que cotizan en bolsa y siete en el resto. Además, hasta que no salga totalmente del capital de las empresas está prohibido el reparto de dividendos y la recompra de acciones y hasta que no se devuelva al menos el 75% del capital público se aplicarán límites en la remuneración de los directivos. La renacionalización no es una opción para las empresas que ya estaban en crisis antes del 31 de diciembre y aquellas intervenciones de más de 250 millones deben ser notificadas a Bruselas

En Europa, cada país ha hecho uso de las nuevas competencias a favor de sus empresas en función, sobre todo, de sus capacidades presupuestarias. Lo mismo, en EEUU.

Alemania: Lufthansa, Tui, Adidas

En el país germano, grandes empresas como Lufthansa, TUI y Adidas encabezan la lista de apoyos públicos. El Estado alemán podría llegar a hacerse con el 20% de la aerolínea germana, con presencia en su consejo de administración. El Ministerio de Finanzas prevé un aumento del gasto de 122.000 millones para programas de estímulo y ayudas, informa Andreu Jerez.

Francia: Air France, Renault, Fnac-Darty

El país francés ha optado por acompañar de condiciones de tipo ecológico, laboral o financiero la asistencia pública a las empresas, cuyo listado incluye nombres como Air France, Renault y Fnac-Darty. El Estado ha movilizado 450.000 millones de euros de ayudas y garantías públicas, el 20% del PIB francés, informa Eva Cantón.

Italia: Alitalia, Fiat-Chrysler, Autogrill

Buena parte de la llamada aristocracia industrial se ha acogido a los apoyos públicos dispuestos por el Gobierno, que ha puesto 200.000 millones sobre la mesa para avalar préstamos. Se han apuntado nobmres como Fiat-Chrysler, Autogrill, Aeropuertos de Roma o Fincantieri entre más de 250 nombres. La aerolínea Alitalia se expone ahora a su tercera nacionalización y una posible venta a Lufthansa, informa Rossend Domenech.

España: pequeñas y medianas empresas

España se sitúa a la cola de Europa en ayudas a sus empresas para hacer frente a la crisis del coronavirus ante el escaso margen fiscal de su economía. El mecanismo principal para asegurar la liquidez ha sido una línea de avales públicos de hasta 100.000 millones de euros del ICO, dirigidos principalmente a pequeñas y medianas empresas. Solamente se conocen algunos nombres de grandes compañías como Iberia o Vueling que se han enganchado a esta ayuda con 750 y 260 millones de euros, respectivamente, informa Sara Ledo.

EEUU: American, Delta, United y South West

Estados Unidos puso en marcha en marzo un histórico rescate a sus empresas, con una importante línea de préstamos no retornables si se destinan al pago de nóminas. La lista de grandes nombres propios en el rescate americano por ahora la encabezan cuatro aerolíneas comerciales de pasajeros (American, Delta, United y Southwest) que han recibido unos 19.500 millones de dólares de 29.000 destinados al sector. El resto de beneficiarios se conoce a cuenta gotas. Entre ellos, Shake Shack, Los Ángeles Lakers o las empresas de Monty Bennett, informa Idoya Noain.