El día 1 de julio les Coves de Sant Josep, el segundo recurso turístico de la provincia de Castellón por número de visitantes, reabrirá sus puertas después de más de tres meses de cierre obligado. Lo hará con un replanteamiento en su organización que supondrá una reducción en el número de personas que accederá por turno, que se compensará con una ampliación de los horarios, con novedad de la franja nocturna.

Los cambios han venido impuestos por la coyuntura sanitaria, pero las consecuencias pueden ser muy positivas para este recurso natural, como señaló ayer el concejal de Turismo, Jorge García, quien recordó que las mejoras que han ido introduciéndose paulatinamente los últimos años, siempre han buscado una explotación turística más sostenible. Tanto es así que «aunque hay muchas cosas que estudiar y negociar, es posible que esta transformación haya venido para quedarse», confirmó.

MENOS GENTE Y BARCAS / La necesidad obliga y desde la empresa pública Emsevall se ha diseñado una planificación que no solo reduce el número de personas por barca --de 14 a 10-- sino también el número de embarcaciones por turno. Para dar respuesta a la demanda, que se está haciendo constar a través de «cientos de llamadas interesándose por la reapertura», es por lo que fructificó la ampliación de horarios que, a partir del 15 de julio, se prolongarán hasta las 22.00 horas. El uso de mascarilla será obligatorio y habrá puntos de higienización repartidos por la gruta.

Una actividad que se adelanta a la puesta en marcha, los días 26, 27 y 28 de junio, será el espeleokayak, reactivado «en las mismas condiciones», porque ya era una propuesta muy exclusiva que guardaba las distancias.

Además, García avanzó que «estamos cuadrando acciones con los restauradores del paraje para ofrecer iniciativas complementarias», entre las que podría impulsarse música en directo.

La venta de entradas on line se activará el próximo lunes, por lo que las personas interesadas podrán hacer ya sus reservas en lo que será, después del cambio de la iluminación, una nueva experiencia a la entrada en el río subterráneo, que será más íntima y menos masificada por turno, por lo que «va a ganar en calidad».