El sector de la hostelería es uno de los que ha sufrido y está sufriendo con más crudeza las restricciones provocadas por la pandemia de covid-19. Si el pasado miércoles era el ocio nocturno el que se manifestaba en la plaza Mayor de la capital de la Plana, este viernes conocemos un testimonio de primera mano de lo mal que lo está pasando el resto del sector hostelero, en concreto los bares.

Elisa Zaragoza regenta el bar El Barco, en la calle Museros de Castelló, un negocio en el que se embarcó en abril del pasado 2019. En aquel momento nadie podía sospechar lo que nos esperaba. "Entre las restricciones y las subidas de la cuotas de autónomos estamos al límite", dice en un vídeo colgado en su página de Facebook, dando voz a tantos centenares de hosteleros que se ven en una situación similar.

Elisa apunta que el banco ya le ha dado una especie de ultimátum para hacer frente a unos pagos que, en estos momentos, la actividad de su negocio no le permite. "Nos han dicho que nos atengamos a las consecuencias negativas que pude suponer un impago", explica Elisa, que prefiere "hacer frente, mientras pueda, a los pagos a otros proveedores, trabajadores como nosotros" y mantener la deuda con el banco.

Esta hostelera de Castelló representa la imagen de un sector muy castigado en esta pandemia, obligado a reducir aforos y horarios, con la lógica bajada de ingresos para seguir llevando adelante los negocios. "Hemos pasado de una economía media a pasar muchos problemas".