Vila-real celebró ayer su primera sesión plenaria --esta vez de carácter extraordinario-- por vía telemática, que sirvió para aprobar el abono de 742.000 euros a proveedores en cuatro relaciones de pago correspondientes a unas 1.500 facturas del 2019 --y algunas del 2018--, para aliviar las complicaciones derivadas de la actual crisis sanitaria.

El portavoz de la Comisión de Economía, el edil Xus Madrigal, explicó que las facturas correspondían a servicios como limpieza, mantenimiento, teleasistencia, publicidad o imprenta, entre otros, cuya tramitación se retrasó o no tenían consignación presupuestaria cuando se realizaron, pero que eran «totalmente necesarios» y están acreditados por los técnicos y concejales.

El edil apuntó la importancia de dar luz verde a estos pagos en un momento en que la crisis sanitaria ha provocado el cese de actividad de muchas mercantiles o la caída de facturación y «los grandes perjudicados son aquellas empresas o autónomos sin pulmón económico para hacer frente a estos meses de paralización».

PSPV y Unides Podem votaron a favor, mientras que la oposición --PP, Compromís, Ciudadanos y Vox-- se abstuvo en bloque, al mostrar su desacuerdo con el procedimiento, el retraso acumulado y porque algunos de los abonos tenían notas de reparo de la Intervención. A este respecto, el alcalde José Benlloch apuntó que constan otros informes porque «el criterio de la Intervención no siempre es compartido por todos los departamentos».

La sesión, que se retransmitió por Youtube, comenzó con un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus y acabó con un aplauso por quienes trabajan para superar esta situación.