Aunque Vinaròs, uno de los municipios de la provincia que este lunes asciende a la fase 1 de la desescalada, ya celebró en el mes de febrero su multitudinario y colorido Carnaval, los vecinos de la capital del Baix Maestrat han participado esta semana pasada desde sus hogares en una particular fiesta de disfraces en pleno confinamiento para sacar su lado más alegre y positivo a la cuarentena.

Varias comunidades de residentes las calles Santa Isabel, San Alberto, San Blas y algunas de la avenida Pablo Ruiz Picasso y la calle San Francisco se han volcado con esta celebración de lo más original y han organizado un completo programa de actos.

Como si de la agenda oficial del Carnaval se tratara, no ha faltado la presentación de reyes y reinas mayores y sus homólogos infantiles, la fiesta del pijama o el entierro de la sardina. Este animado acontecimiento, dirigido a toda la familia, ha llenado de decoración los balcones, que se han visto colonizados por improvisados superhéroes, piratas o superhéroes, entre otros.

Más de 50 vecinos

Esta convocatoria vecinal ha contado con un gran seguimiento al implicarse más de medio centenar de residentes de la zona. No obstante, no es la primera iniciativa que este animado vecindario ha organizado desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo para sobrellevar mejor estos días de una manera colectiva y entretenida para todos ellos.

La idea de amenizar las tardes se originó en los números 2 y 3 de la calle Santa Isabel, cuando el pinchadiscos Jordi Arenós y su mujer, Silvia Febrer, empezaron a animar con música desde su balcón a los vecinos de los bloques de viviendas cercanos. Desde entonces, y durante toda la cuarentena, se han montado auténticas fiestas, la última hace tan solo unos días, en las que cada vez se han incorporado más habitantes de los alrededores para, desde la hermandad y con la diversión como denominador común, sumar fuerzas ante la pandemia en la localidad.

Coreografías y fiestas temáticas

Una de las participantes, Ruth Causapé, explica que los actos consisten básicamente en coreografías y fiestas temáticas de todo tipo: desde el Carnaval hasta incluso la Feria de Abril.

Así, a partir de las 19.30 horas hacen sonar música para el público infantil, haciendo, eso sí, un parón casi obligado a las 20.00 para aplaudir la labor de sanitarios, efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad y trabajadores esenciales.

Sin embargo, la cosa no acaba aquí y, tras el reconocimiento a los héroes de esta lucha contra el coronavirus, la celebración continúa un rato más con melodías para los adultos.

El de Vinaròs es solo un ejemplo de los muchos casos curiosos que los vecinos se han sacado de la manga para entretenerse estos días, como en Cabanes, que también han organizado una fiesta de disfraces desde sus casas.