La vuelta completa a la normalidad laboral de los funcionarioss de la Generalitat todavía está lejos y carece de fecha señalada en el calendario, pero el Gobierno autonómico se ha puesto ya manos a la obra para la desescalada para este personal, un proceso de vuelta al puesto de trabajo que será progresivo y con fuertes medidas de protección. Turnos de mañana y tarde, prórroga del teletrabajo, sobre todo para los colectivos más vulnerables, distancia de un mínimo de dos metros entre el personal y uso voluntario de mascarillas e incluso también de equipos de protección (epis) para quienes lo necesiten son algunas de las propuestas en las que ya está trabajando la Administración y los sindicatos con el fin de garantizar la salud de la plantilla.

La consellera de Justicia y Administraciones Públicas, Gabriela Bravo, mantiene estos días reuniones de trabajo por videoconferencia con los sindicatos para consensuar las condiciones de esta vuelta gradual del funcionarido a los edificios públicos que albergan la sede de las diferentes consellerias y que en Castellón suma una plantilla de 1.474 profesionales (12.549 en la Comunitat). Una reincorporación que será posible mediante un plan de acción con normas generales para toda la plantilla, pero que tendrá que adaptarse a las peculiaridades de cada conselleria.

Función Pública ha pedido a las distintas subsecretarías una radiografía sobre sus puestos de trabajo para identificar qué medidas concretas de seguridad necesitan. Este estudio deberá ser validado por el Invassat (organismo encargado de la seguridad y salud del funcionariado) y sometido a consulta sindical. Una vez resueltos este trámite la idea de la Conselleria es comenzar a aplicarlo lo más pronto posible.

El punto de partida es la «reincorporación gradual y progresiva» del personal empleado público, que en todo caso, tendrá excepciones. En una primera etapa, quedarán libres de la vuelta al trabajo presencial determinados colectivos de riesgo, entre ellos, los mayores de 60 años, las embarazadas o aquellas personas con enfermedades previas, como al diabetes o con problemas cardiovasculares. Una exclusión que sindicatos y Conselleria comparten.

Otra de las claves es la flexibilidad de jornada y de horarios con el fin de evitar la concentración de trabajadores en un espacio reducido para que se pueda respetar la distancia de dos metros entre un funcionario y otro. La Conselleria trabaja ahora, además, con la idea de establecer dos turnos, uno de mañana y otro de tarde, que sería rotatorio.