Aún en medio de la pandemia, los turoperadores británicos se fijan en España para los meses de julio y agosto. El hecho de que el Reino Unido aún no permita que sus ciudadanos viajen libremente por placer no es óbice para que vuelvan a las páginas de internet de las principales agencias de viaje británicas los paquetes turísticos.

El anuncio realizado por el presidente Pedro Sánchez de que los turistas extranjeros podrán visitar España "a partir del mes de julio" también anima las previsiones de un sector que intenta resurgir de las cenizas del covid y que no da la campaña veraniega por finiquitada.

Cada año cerca de 20 millones de británicos eligen España para sus vacaciones, y aunque algunos buscan solo ofertas baratas o de borrachera, el año pasado España tuvo 83,7 millones de visitantes, que gastaron 92.278 millones de euros, según el Instituto Nacional de Estadística. Un récord que reedita de forma consecutiva año tras año desde hace siete.

Y a la espera de ver cómo afecta la pandemia de covid a la campaña veraniega del 2020, lo cierto es que turoperadores como Party Hard Travel o Love Holidays ya han empezado a vender paquetes 'todo incluido' -alcohol también- con destino a Magaluf por algo más de 100 euros por persona/noche. Y todo ello, cuando el Reino Unido aún no permite que sus ciudadanos viajen por placer al extranjero y a pesar de que, en enero, el Gobierno de Baleares prohibió por decreto las ofertas de gran consumo de alcohol.

Y eso incluye las excursiones etílicas ('pubcrawling'), las 'happy hours', los '2x1', los autodispensadores de alcohol y toda venta de alcohol en tiendas entre las 21.30 y las 8.00 horas. En las zonas turísticas de la Playa de Palma, Magaluf en Mallorca y el West End de San Antoni de Ibiza las bebidas deberán cobrarse a un precio unitario, sin posibilidad de promoción alguna, y en los hoteles y restaurantes de estas zonas solo se podrá ofrecer a los clientes tres bebidas alcohólicas por persona en comidas y cenas.