Bruce Springsteen, de 66 años, ha revelado su batalla contra la depresión que sufrió en el 2010 al cumplir 60 años y que coincidió en el tiempo con la publicación, en el 2012, de su álbum Wrecking ball, en la que incluyó el tema This Depression.

El Boss ha hecho esta confesión en una entrevista a la prestigiosa revista Vanity Fair con motivo de la publicación de su nueva autobiografía, Born to run, que saldrá a la venta el próximo 27 de septiembre.

«Estuve destrozado entre los 60 y los 62, luego pasé un año bueno, y estuve mal de nuevo de los 63 a los 64», ha explicado. «No es una buena estadística», ha añadido el cantante estadounidense, que detalla que fue su mujer, Patti Scialfa, la que le llevó al médico. «Patti observaba a un tren cargado de nitroglicerina rumbo hacia el descarrilamiento... Entonces me llevó al médico y este dijo: Este hombre necesita una pastilla», ha rememorado intentando desmontar los tabús que todavía rodean a la depresión.

No era esta la primera vez que Bruce Springsteen acudió a un psicoterapeuta. Hace más de 30 años, en la década de los 80, ya sufrió depresiones. Las confesó en el año 2012 a la revista The New Yorker.

El Boss no tuvo reparos en admitir que en los 80 tuvo una depresión e incluso pensamientos suicidas. En aquella ocasión relató que en la cima del éxito se dejó llevar «por el pánico y la autodestrucción». El pozo en el que cayó era tan hondo que en 1982 recurrió a ayuda especializada.

«¿Cómo es una depresión? No lo quieras saber. No conoces los parámetros de la enfermedad», explica el cantante.

La de músico está entre las ocupaciones más propensas a caer en el agujero. Las expectativas, la autoexigencia, el pánico escénico, también el estilo de vida asociado, la exposición mediática... todo eso puede hacer que en algún momento de sus vidas lo vean todo negro o que decidan incluso acabar con ella. Kurt Cobain pasó de niño por momentos duros como el suicidio de dos familiares. De adulto tomó drogas y en 1994 puso fin a su vida con un balazo. También Michael Jackson sufría constantes depresiones y sus problemas con la justicia tampoco le ayudaron. Britney Spears sufrió depresión posparto y consumió drogas que la llevaron a tener problemas de conducta, y Christina Aguilera sufrió depresión y tuvo problemas de alcohol tras separarse de Jordan Bratman, padre de su hijo Max Liron.