La llegada de 1.700 seguidores del Spartak de Moscú a Vila-real para el encuentro de mañana de la última jornada de la Europa League obligará a las fuerzas de seguridad del Estado y al club amarillo a extremar las precauciones para controlar a la que se considera una de las aficiones más conflictivas del fútbol continental en estos momentos. En principio, ese será el número de aficionados rusos que llegarán con entrada para el decisivo choque en La Cerámica, aunque no se descarta, por los precedentes de los ultras del Spartak, que puedan presentarse mañana en los alrededores del estadio algún contingente de radicales visitantes sin localidad para la cita europea.

La Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte ha declarado de alto riesgo el Villarreal-Spartak, tanto por el importante número de seguidores que desplazará el club ruso como por los antecedentes violentos de los mismos, que en los últimos años han dejado constancia de su peligrosidad, con especial incidencia la pasada temporada, en la que los ultras del equipo moscovita provocaron altercados en la práctica totalidad de partidos europeos disputados a domicilio por el Spartak.

Los hechos más graves acaecieron el pasado mes de febrero en Bilbao, incluyendo el fallecimiento de un ertzaina del dispositivo de seguridad del Athletic-Spartak de dieciseisavos de la Europa League. En aquella ocasión Antiviolencia no declaró el partido de alto riesgo, a pesar de que los ultras del Spartak dejaron su huella negativa durante la fase de grupos de la Champions 2017/2018, con incidentes de relevancia en Maribor (Eslovenia) y en Sevilla, hasta donde los radicales del Spartka viajaron a pesar de que la UEFA prohibió la venta de entradas a aficionados rusos.

Mañana, en Vila-real, el Cuerpo Nacional de Policía aumentará significativamente el número de efectivos para garantizar la seguridad en las horas previas y posteriores al choque de Europa League. De la misma forma, el Villarreal ya ha anunciado que también reforzará el contingente de agentes de seguridad privada en los aledaños y dentro del Estadio de la Cerámica, además de dotar de más medios sanitarios el recinto deportivo en previsión de posibles agresiones.