Ocho meses. Es el tiempo que está a punto de transcurrir entre el último encuentro de Abraham Peleteiro con la camiseta del Castellón y el próximo. Todo un mundo, en el que el coruñés ha lidiado con una grave lesión de rodilla que le obligó a pasar por el quirófano, pero ya tiene el alta médica y un tono físico que, lógicamente, sin ser el mismo de sus compañeros, ya le hace merecedor de sus primeros minutos desde el 26 de febrero.

Aquel mal partido, en el que el Castellón cosechó la única derrota en casa del 2017 (hasta que llegó el Almazora), fue cuando el coruñés se rompió la rodilla izquierda. No obstante, todo pundonor, acabó el encuentro y aún intentó entrenar a la semana siguiente, hasta que la resonancia magnética reveló la rotura del ligamento cruzado de esta delicada articulación. El 22 de marzo, casi un mes después del gravísimo percance, era intervenido quirúrgicamente (la operación corrió a cargo del doctor Ramón Llopis, en el hospital Rey Don Jaime de Castellón) y empezaba a descontar su recuperación.

DESDE FUERA // Mientras sus compañeros sufrían para meterse en la promoción y caían en la segunda eliminatoria, mientras David Cruz desaparecía para dejar paso a Vicente Montesinos y los suyos, mientras el nuevo Castellón comenzaba a competir de nuevo, Abraham iniciaba su carrera en solitario, en la que no todo ha ido rodado. Pero al final ahí está, dispuesto a jugar cuanto antes, entre otras cosas porque Luismi Ruiz, el otro lateral derecho de la plantilla, no pudo acabar el encuentro del pasado miércoles en Elda y podría estar también un tiempo de baja, a expensas de las pruebas médicas de la semana que viene (en el caso del ondense, en la rodilla derecha).

PRECAUCIÓN // Aunque Castelló pretendía darle minutos ante el Mumbai City, todo hace indicar que aún no se vestirá de corto.

«No creo que juegue todavía, prefiero esperar un poco más», sostiene el defensa, una de las debilidades de su entrenador. «Mis sensaciones son perfectas: no tengo ya ninguna molestias y tampoco se me inflama la rodilla», afirma el futbolista de origen gallego, que sostiene que le falta «coger ritmo y realizar las jugadas más veces, lo choques, saltos...», refuerza Abraham.