Ayer sus compañeros, los jugadores del CD Castellón, no saltaron al césped del campo del Silla CF con camisetas de apoyo con su nombre —el club no tiene medios, aunque los chavales tienen previsto hacerlas para el próximo partido en casa—; cuando el equipo marcó, nadie lució una camiseta en su nombre; y tampoco ni Julen Lopetegui ni otros cracks del balompié se acordaron de él.

Esa es la cruda realidad de la Tercera División. El otro fútbol. Abraham Peleteiro, lateral derecho gallego afincado en Valencia, conoció el pasado viernes que sufre una rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda, y que tendrá que estar seis meses de baja. Y eso que se la hizo hace dos semanas en Alzira y siguió jugando, y siete días más tarde disputó también los 90 minutos del duelo en Castalia ante el Torrevieja. Él solo notaba molestias.

Son los otros guerreros, los del fútbol modesto. Abraham no podrá coger el coche de los de Valencia e ir a entrenar a Castalia como cada mañana hace junto a Enrique Sampedro, Javi Zarzo, Álex López y Álex Salt. Tampoco sabe cuándo le operarán ni si tendrá equipo la próxima temporada.

Por el momento, el defensa acudirá como cada tarde al máster de final de carrera. Pendiente de que le den fecha para operarse e iniciar la recuperación.

Lo triste es que nos creemos que el CD Castellón todavía es un club profesional, y no deja de ser un quiero y no puedo secuestrado por un intruso. Pero Abraham, para nosotros también existes.