El maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se correrá en la ciudad de Sapporo (norte de Japón) por decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) y pese a que los organizadores nipones y el Gobierno de la capital japonesa se oponían a este traslado, según confirmaron este viernes las tres partes.

El presidente de la comisión coordinadora de los JJOO del COI, John Coates, anunció que todas las partes "reconocían la autoridad del organismo olímpico internacional para decidir el cambio de sede" de las pruebas de maratón y de marcha, durante una reunión celebrada en Tokio para tratar esta polémica medida.

Las declaraciones

"Nosotros seguimos pensando que lo mejor era que (estas pruebas) se celebraran en Tokio, pero queremos garantizar el éxito de los Juegos. No podemos estar de acuerdo con la decisión del COI, pero tampoco podemos obstruirla", dijo por su parte la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, quien calificó la medida de "decisión sin consenso".

El COI también se comprometió a no realizar más modificaciones de sedes, y acordó con los organizadores japoneses que los costes de trasladar las dos citadas pruebas de fondo a Sapporo no correrán a cargo del Gobierno del Área Metropolitana de Tokio, aunque queda por definir quién financiará la medida.

La compensación

Además, aquellos gastos en los que han incurrido los organizadores para preparar las carreras de maratón y marcha en Tokio "serán examinados" con vistas a una eventual compensación en caso de que las instalaciones o medidas ya costeadas no puedan ser destinados a otros fines, según el acuerdo alcanzado entre las partes.

El COI, el comité de organización de los JJOO de 2020, el Gobierno tokiota y el Ejecutivo central nipón pactaron estas medidas durante una reunión celebrada entre el jueves y el viernes en Tokio, que pone fin al conflicto abierto entre estas partes desde que el Comité Olímpico planteara el traslado de sedes a mediados de octubre.

800 kilómetros al norte

El COI propuso llevar las dos pruebas olímpicas de atletismo de mayor distancia desde Tokio a Sapporo (a unos 800 kilómetros al norte) con el objetivo de "proteger la salud de los atletas", debido a que las temperaturas en esa ciudad norteña son varios grados centígrados inferiores a las que se dan en la capital en las fechas de los Juegos.

Koike criticó que la propuesta llegara de forma "abrupta" a unos nueve meses de los Juegos que acogerá Tokio entre el 24 de julio y el 9 de agosto del próximo año, y señaló la "decepción" que supone para la organización y para los japoneses "que habían trabajado duramente y con gran entusiasmo" para preparar ambas pruebas.

El presidente del COI, Thomas Bach, expresó sus disculpas a las autoridades y a la ciudadanía niponas y les pidió "su comprensión" por una medida que el organismo se vio obligado a tomar "por el bien de los atletas", en un correo electrónico dirigido personalmente a Koike, según relató la gobernadora del Área Metropolitana de la capital.

La programación

Asimismo, propuso al Gobierno de Tokio emplear la ruta y los preparativos realizados para la maratón olímpica para organizar una "maratón conmemorativa" hacia el final de los Juegos, una medida que fue bien acogida por la gobernadora.

El maratón femenino estaba programado en Tokio, en principio, para el 2 de agosto, y para los hombres el 9, en ambos casos a partir de las 6.00 hora local, antes de lo habitual para pruebas de este tipo.

La organización había planteado incluso adelantar las pruebas a las 3 de la mañana, pero ni esta medida ni otras tomadas para mitigar el impacto de las temperaturas y humedad extremas que se registran en esas fechas en Tokio fueron suficientes para convencer al COI.