Adrián lo tiene claro. Su contrato de cesión expira el próximo 30 de junio, cuando volverá a pertenecer al Oporto, pero su intención es la de seguir de amarillo. “Si dependiese únicamente de mí, estaría claro. El Villarreal es quien mejor me conoce ahora después de recuperarme de la lesión y me he adaptado a la perfección, así que lo positivo sería darle continuidad a esto”, reconoce.

A estas alturas del verano, cuando el balón todavía está caliente, considera que es pronto como para dar una previsión: “Ojalá se pueda arreglar, pero lo cierto es que aún no sé nada”. Preguntado por si es optimista, responde: “Soy jugador del Oporto y no sé muy bien lo que va a pasar, pero si el Villarreal quiere y yo quiero, a ver si el Oporto está por la labor aunque sea una cesión”. El delantero va más allá al admitir que ha hablado con su representante para dejar claras sus intenciones: “Le he dicho que lo más lógico sería seguir”. Continuar de amarillo para jugar la Champions en el Madrigal... “Ojalá. Tendremos una previa complicada, pero ojalá estemos ahí”, añade el punta.

UN FINAL FELIZ // Adrián no tuvo suerte en sus primeros pasos como groguet. Arrastraba una lesión de la que tuvo que ser intervenido y no volvió hasta febrero: “Se me ha hecho corto el año. Estoy contento por cómo me han ido las cosas y me siento muy querido por la gente del club, compañeros, aficionados... en ese poco tiempo recibir tanto cariño me ha hecho sentir muy bien”.

El delantero asturiano de 28 años ha entendido a la perfección lo que le pedía Marcelino y se ha adaptado “desde el primer día. El ambiente es muy familiar y siempre ayuda; además el vestuario está formado por gente humilde y normal que te facilita las cosas”. Y al margen de todas estas cosas, está el fútbol: “La forma de jugar también me viene bien; me he encontrado muy cómodo”.

Adrián López tiene claro por tanto que el Villarreal “es un sitio ideal para disfrutar del fútbol” y elogia la labor de un cuerpo técnico “muy exigente que es clave para llegar tan lejos en Liga y Europa”. De hecho, a la hora de analizar la temporada recién concluida, tiene claro que la nota debe rozar la matrícula de honor: “A nivel colectivo hemos estado incluso por encima de los principales objetivos que el club puede tener cuando empieza el año y habla muy bien de la ambición que hemos tenido”.

A nivel personal también ha vivido “un año muy positivo” y espera disfrutar de otra temporada similar o mejor vestido de amarillo. A buen seguro, si las lesiones le respetan y el Oporto cede en las negociaciones, el Madrigal podrá seguir disfrutando con la calidad de un futbolista que quiere volver a ser importante. H