El Athletic Club remontó en San Mamés (2-1) a un Celta en inferioridad numérica por la expulsión de Cabral en la primera parte y recuperó la quinta plaza de la Liga, la privilegiada posición que persiguen los dos equipos, ambos ya matemáticamente europeos, para evitarse las previas de verano de la Europa League (la planificación de la pretemporada varía en función de las eliminatorias a superar, aunque el quinto clasificado entra directamente en la fase de grupos).

El encuentro no estuvo exento de polémica, pues los gallegos consideran que la labor arbitral fue determinante y fueron muy críticos con el colegiado. Primero, por pitar un penalti muy riguroso en un ligero forcejeo de Aduriz con Cabral que el delantero se encargó de transformar para establecer la igualada. Luego, con estos mismos protagonistas, cuando el jugador celeste vio la roja tras rozar con la bota la cara del delantero y este, desde el suelo, exageró la acción. H