Aritz Aduriz e Iñaki Williams, como ejecutores, y Markel Susaeta, como impulsor del juego rojiblanco, lideraron ayer en San Mamés una remontada memorable del Athletic Club, un 3-2 ante el Hertha Berlín que en el descanso parecía imposible. Pero la entrada de Susaeta, y también de Ander Iturraspe, tras el descanso cambiaron el choque hasta hacerlo asfixiante para un Hertha que claudicó tras adelantarse dos veces con tantos del australiano Matthew Leckie y Davie Selke. Aduriz igualó las dos veces, con sendos goles de penalti, y Williams marcó el tercero, a pase de Susaeta. En el tiempo añadido, otro hombre capital en el choque, con grandes paradas al principio del partido, Iago Herrerín, dio tranquilidad a San Mamés con una última parada no demasiado difícil pero sí necesitada de la entereza que demuestra el meta bilbaíno en cada partido que juega, que son todos los de la Europa League.

El ariete internacional Aduriz, al que Thomas Kraft adivinó los dos lanzamientos de pena máxima pero no consiguió detener ninguno, lleva ya 12 goles en lo que va de temporada, siete en la competición continental.

Con este resultado el Hertha Berlín queda eliminado a falta de la última jornada y el Athletic se aúpa a la segunda plaza del grupo y sigue pendiendo de sí mismo para estar en los dieciseisavos de final. Y hasta lo haría como campeón de grupo si gana al Zorya Luhansk en Ucrania y el Östersunds, ahora líder, no logra vencer en Berlín.