El Getafe se aferra a la cuarta plaza para jugar la Champions, sin ninguna presión después de lograr el objetivo inicial de la permanencia, y agranda la herida de los aficionados béticos, que ayer pidieron la marcha de un Quique Setién que introdujo cinco cambios respecto al duelo copero en València. «Solo queda seguir trabajando y tratar de convertir esas críticas en aplausos, como he hecho otras veces», dijo el técnico.