En el duelo entre Aston Villa y Liverpool durante el cuarto gol de los de Jürgen Klopp, el belga Divock Origi se acercó a la grada para celebrarlo con la afición, teniendo que apartar incluso a dos hombres de seguridad. Cuando consiguió saltar los esquivos, vio como un aficionado se emocionó tanto que no pudo evitar besarlo. Su compañero de equipo, Steven Gerrard, bromeaba en su Twitter con lo sucedido y lo atribuía a San Valentín, en una imagen que ha recorrido las redes.