Imanol Agirretxe se despidió este miércoles emocionado de la Real Sociedad, su club durante más de catorce años, tras dos temporadas y media lastrado por las lesiones y feliz de haber desarrollado toda su carrera como txuri urdin: "No cambiaría ningún gol que he marcado en la Real por millones de euros en otro equipo".

"Es un día muy feliz para mí en un día en el que he tenido que tomar una decisión que es la mejor que podía tomar. La última lesión me hizo ver que tenía que tomarla y poner punto final a una carrera muy brillante para mí", señaló casi entre lágrimas el jugador para explicar su despedida.

El futbolista guipuzcoano estuvo respaldado por el presidente Jokin Aperribay, directivos, compañeros de equipo y técnicos de las categorías inferiores del club que se dieron cita en uno de los espacios de Zubieta habilitado al efecto para realizar un acto de despedida de mayor realce.

Un día feliz

"Ser jugador de la Real lo ha sido todo, pasé de ser futbolista a ser jugador de la Real cuando entré en el primer equipo, es lo que más feliz me hace y hoy es un día también muy feliz", declaró el jugador, que agradeció a Aperribay, con el que ha podido "crecer juntos", el trato que ha recibido y "lo que ha hecho por la Real".

Tuvo palabras de elogio también para Roberto Olabe, director de fútbol realista, con quien empezó su carrera y con el que ahora pone el broche a la misma, agradecimiento que hizo extensivo a su familia, compañeros y trabajadores del club presentes en su despedida, así como a la afición.

El jugador puso fin a su carrera con una declaración de fidelidad a sus colores: "He podido estar muchos años defendiendo la camiseta que he querido defender, ha sido una lucha anual para defender el escudo que quería defender y voy a acabar mi carrera defendiendo la camiseta y el escudo que quiero".

Lesión de Keylor Navas

Agirretxe, uno de los líderes del vestuario de la Real, pasó de las categorías inferiores al primer equipo en la temporada 2008/09, antes había simultaneado sus presencias con el filial, y lo hizo en el peor momento de la historia del club con el equipo descendido y la entidad al borde de la disolución por deudas.

Once años después Agirretxe puede presumir de haber sido un activo muy importante en el ascenso a Primera División, con 15 goles en dos temporadas en la división de plata, y haber jugado tanto la Liga de Campeones como la Liga Europa.

La temporada 2012/13 fue la mejor de su carrera profesional con 14 goles en Primera División, una cifra que iba camino de pulverizar (13) cuando sufrió la grave lesión en diciembre de 2015, con un choque con el portero del Real Madrid, Keylor Navas, en el Santiago Bernabéu que al final ha sido determinante para, dos años y ocho meses después, colgar la camiseta txuri urdin.

"La rabia no me vale de nada"

"Estoy muy tranquilo porque, aunque yo me voy, veo el equipo preparado para seguir dando alegrías sin que esté yo", concluyó un Agirretxe que eludió también polemizar sobre aquella entrada de Keylor Navas, al que no guarda "rencor ni rabia" porque es un tema que está "más que zanjado".

"No me lleva a ningún sitio, la rabia no me vale para nada. Toda esa rabia que podía haber tenido la he cambiado por trabajo, por sacrificarme para volver a mi nivel", explicó el delantero guipuzcoano, quien confesó que se ha "vaciado" en el intento de "volver a estar a un nivel alto".

Aunque ha marcado 75 goles en los 272 partidos oficiales que ha jugado con la Real, Agirretxe se queda con un tanto logrado en un amistoso de pretemporada como el más especial. El que anotó el pasado verano contra el Groningen, tras superar su lesión de tobillo.