El fútbol es un deporte de once contra once. Sí, tan cierto como que es eso... y mucho más. Los espectadores no marcan ni defienden, pero si a un futbolista le preguntan si quiere jugar ante unos centenares de aficionados o en una atmósfera como la que vivirá Castalia esta tarde, desde las 18.30 horas (el Castellón-Peralada lo ofrece À Punt y Footters, pero, si puede, vaya a verlo en vivo y en directo), contestará sin dudarlo que prefiere este ambiente.

El albinegrismo, impulsado por el club, ha escenificado su particular todos a una. No es para menos. Quedan tres jornadas y solamente respirará tranquilo con dos victorias. Una y un par de empates podrían darle la salvación, pero menos de eso, le aboca a depender de otros resultados. Es decir, que si no quiere ver reducido a la nada su margen de error, necesita imponerse sí o sí a un rival directo como el Peralada-Girona B. Si no, pues tendrá que ir a tumba abierta a Cuenca y jugársela en la última jornada, nuevamente en casa, frente a otro filial, el del Barcelona.

La antepenúltima jornada nacía con los orelluts en play-off y a un punto de la salvación, aunque el triunfo del Valencia Mestalla sobre el extinguido Ontinyent, junto al 2-1 en el Alcoyano-Sabadell del viernes, le exigen. Como si no fuera una obviedad. Todo no iba a ser lo del domingo pasado, cuando el empastre en la Nova Creu Alta del día anterior quedó mitigado por las derrotas de sus rivales directos. Menos mal que, ayer, el Conquense no puntuó en el José Rico Pérez (1-0).

UNA VUELTA CON CANO // El granadino heredaba un Castellón cogido con alfileres con motivo de este encuentro, pero en tierras gerundenses. Con Cano, el equipo sería 10º, pero los 24 puntos en 19 jornadas no le han servido para huir de la zona de peligro.

Ese Castellón, que se presentó en Peralada (derrota por 2-1), además, con sensibles ausencias, se parece poco al de ahora. Retocada en profundidad la plantilla, ha sufrido vaivenes: del esperanzador inicio al bache del mes y medio final del invierno, pasando por el repunte de las dos victorias consecutivas... y un último mes más ciclotímico que nunca.

Para esta cita, en la que el Castellón está obligado a terminar con la maldición de los filiales (tres derrotas y once empates en los últimos 14 enfrentamientos), no son de la partida ni Eneko Satrústegui ni Antonio Caballero, baja por acumulación. Además, Óscar Fernández arrastra la pubalgia que tampoco permite a Jairo Cárcaba estar a tope.

Está por ver quién paga los platos rotos del pobre encuentro en Sabadell, aunque no se adivinan muchos cambios. Marc Castells podría entrar (sin descartar que vuelva a la defensa) y Ramón Verdú podría optar a la vacante del polivalente defensa navarro.

Lo que sí se sabe es que habrá recibimiento al autobús del equipo (17.00 horas); que los socios han agotado de nuevo las 1.500 localidades de regalo que tenían; que los equipos de la cantera darán apoyo a los mayores; y que el club premiará la fidelidad y el amor a unos colores de cinco socios regalándoles, mediante un sorteo, cinco abonos de por vida.

EL DÍA Y LA NOCHE // El Peralada, filial del Girona, llega sin el portero suplente Marc Vito ni el defensa Teo Quintero, sancionados. Además, el primer equipo, que este mediodía juega en Getafe, ha convocado al centrocampista Valery Fernández. Los xampanyers, después de siete partidos sin perder y la permanencia virtual, se han complicado la vida con tres derrotas consecutivas.