Este Castellón es más alto y también, en consecuencia, más fuerte que el del ascenso en el play-off de la pasada temporada. Entre las consecuencias de la remodelación total que ha sufrido la plantilla albinegra durante los últimos meses, con solo cuatro supervivientes del grupo que devolvió a los orelluts a la categoría de bronce, está el aumento de la estatura media, que pasa de los 175 centímetros del equipo con el que Sergi Escobar subió a Segunda División B y los 181 que el técnico almazorense tendrá a sus órdenes en su estreno en la tercera categoría del fútbol español.

Muchos recordarán las alineaciones de Sergi Escobar frente al Sant Andreu y al Portugalete, dos equipos poblados de torres, lo que motivó que el técnico albinegro tuviera que prescindir de determinados futbolistas (sobre todo en los encuentros disputados a domicilio) en aras de reforzar la faceta física de los suyos. Los albinegros sufrieron, y de qué manera, en cada saque de esquina y en cada falta de aquellas dos eliminatorias, aunque lo cierto es que lo orelluts, en el tramo final, concedieron más goles de los deseables en lanzamientos de córner.

Así que la nueva dirección deportiva albinegra, encabezada por el sevillano Juan Guerrero, se ha encargado de proporcionar a Sergi Escobar más mimbres para potenciar la envergadura del equipo. Cierto es que la entidad albinegra ha dejado escapar a su techo, un Nuha Marong que el próximo día 25 visitará el Estadio Castalia con su nuevo equipo, el Atlético Baleares, un delantero que seguramente jugó más de lo esperado en los play-off, donde era un recién llegado, beneficiado por sus casi dos metros (1,93).

LOS MÁS ALTOS

Sin embargo, el Castellón cuenta con jugadores que no le andan muy a la zaga al exdelantero albinegro, como es el caso del mediocentro defensivo Rafa Gálvez (1,90 metros, al igual que el delantero David Cubillas), sin olvidar a otras incorporaciones de este verano que están cerca de esa altura, como son la del guardameta Álvaro Campos o la del atacante Alfredo Máyor, ambos con 187 centímetros.

La diferencia de altura entre la plantilla de la pasada campaña y la actual se aprecia incluso en demarcaciones habitualmente no cargadas de centímetros, como podrían ser los laterales defensivos, con Rubén Verdú (1,84), Rubén García (1,82) y Yaroslav Oliinyk (1,81) por encima de esa barrera psicológica de los 180 centímetros. De hecho, 13 de los 20 futbolistas que a día de hoy forman parte de la plantilla que tiene a su mando Escobar superan ese guarismo. Juanjo Gracia, con 1,71 metros, figura en el reverso de esta clasificación.

Ahora solo falta conjuntarlos a todos, como reflejó, sin ir más lejos, el partido ante el Atlético de Madrid B, donde Darío Poveda aprovechó la permeabilidad albinegra para marcar dos goles, uno en un córner (el exjugador del Villarreal B solo tuvo que empujar la pelota en el segundo palo, después de que hubiese recorrido todo el área) y el segundo, esta vez de cabeza, eso sí, sin que nadie le vigilase de cerca.