Pocas cosas hay más crueles en el fútbol que los penaltis, la lotería final a la que suelen aferrarse las selecciones cuando no quedan fuerzas para más. Sobran a menudo las prórrogas en Eurocopas y Mundiales. El miedo a perder irrumpe con más fuerza que nunca y los lanzamientos desde los 11 metros se convierten en una moneda al aire. El Alemania-Italia fue el ejemplo perfecto de la emoción y suspense que deparan unos penaltis, un momento único que jamás debe perderse.

Dieciocho lanzamientos y siete fallos en 11 minutos. Ese fue el resumen de un desenlace dramático. Empezó marcando el italiano Insigne a las 23.38 horas y acabó decidiendo Hector a las 23.49. En ese interminable tramo pasó de todo. Fallaron tres estrellas alemanas: Müller, Özil y Schweinsteiger, que tuvo en sus botas la oportunidad de finiquitar el tema mucho antes. Al veterano centrocampista le encanta la adrenalina de cerrar las tandas decisivas. Por ejemplo, eliminó al Real Madrid en la inolvidable Champions del 2012, la del penalti desviado de Sergio Ramos.

No estuvo tan acertado esta vez Basti, como tampoco lo estuvieron cuatro italianos, empezando por Zaza, que entró a propósito en el minuto 120 para lanzar... y envió su disparo a las nubes. También fallaron Bonucci (se topó con Neuer tras marcar el penalti que empató el partido después de las incomprensibles manos de Boateng) y Pellè, que protagonizó uno de los momentos más ridículos que se recuerdan.

El delantero del Southampton vaciló al meta germano con un posible tiro a lo Panenka y acabó enviando su disparo fuera. Neuer detuvo también el lanzamiento de Darmian (17º de la tanda) y abrió la puerta para que Hector acabara definitivamente con la agonía. El lateral puso fin con un zurdazo que no pasó lejos de las manos de Buffon.

PARA la historia // Jamás se habían fallado siete penaltis en una tanda en toda la historia de la Eurocopa, que celebró su primera edición en 1960. Alemania rompió su maldición con Italia, a la que eliminó por primera vez en una gran competición y prolongó su idilio con esta suerte del fútbol. H