El ejecutivo Mateu Alemany se despidió este martes del Valencia tras haber pactado de manera amistosa su salida con el propietario, Peter Lim, y sin que se le hayan dado razones concretas de su marcha. No entiendo tener que dejar al Valencia. Me considero no hombre de fútbol sino de club y en este mundo hay códigos, el básico es si ganas no toques nada, recordó.

Pero el ya exdirector general del club de Mestalla intuye que hay un cambio de modelo en el que el inversor va a decidir más y ahí no encajo. No me puedo reinventar, soy extremo izquierdo no me fiche de portero y visto el cambio de modelo lo mejor era que nos separemos, apuntó Alemany en una larguísima rueda de prensa.

Entre las razones para que Lim decidiera cambiar de modelo, Alemany cree que está el hecho de que no se pudieran comunicar directamente con él habitualmente sino a través del presidente Anil Murthy.

Esa distorsión habría hecho que no le llegara que fue la plantilla la que pidió lanzarse a intentar ganar una Copa del Rey que el club había relegado y que finalmente conquistaron ante el Barça. Nos gustaría habérselo podido explicar, apuntó Alemany, que formó tándem con el técnico Marcelino García Toral, destituido en septiembre en esta misma operación.

El balear recordó que cuando llegó a la entidad en marzo de 2017 el equipo llevaba dos años coqueteando con el descenso y se han clasificado dos veces para la Champions y han ganado la Copa del Rey. Como herencia dejamos una superplantilla. Pueden conseguir cosas extraordinarias, señaló. Alemany dijo estar muy triste por irse cuando la entidad está en el momento justo para dar un gran salto.

Me encantaría que tenga mucho éxito. Me gustaría que estos dos años y medio sirviesen para algo. Los éxitos del Valencia los voy a sentir como propios, apuntó.

Afirmó el directivo que no tiene vetos para poder fichar por otro club, que admitió que es lo que quiere, y no cerró la puerta a regresar al Valencia. Estaría encantado, dijo un Alemany, que se emocionó al hablar del trato que ha recibido. La ciudad y los aficionados se han portado conmigo no de diez sino de veinte, concluyó.