La Comisión de Grandes Premios, formada por Carmelo Ezpeleta(máximo responsable de Dorna), Ignacio Verneda (CEO de la FIM), Herve Pocharal (IRTA, asociación de escuderías) y Takanzo Tsubouchi (MSMA, agrupación de fabricantes), aunque también suelen acudir a ella el venezolano Vito Hipolito (presidente de la FIM), Javier Alonso (Dorna) y Mike Trimby (secretario del IRTA), ha decidido este sábado, a propuesta de la federación internacional, que empezó a estudiar el caso el viernes del GP de Catar (ver EL PERIÓDICO del pasado 18 de marzo),prohibir definitivamente la utilización de las aletas aerodinámicas en la categoría de MotoGP, a partir de la temporada que viene.

Las razones esgrimidas son varias aunque, finalmente, se ha apelado a un tema de seguridad tras comprobar que los grandes fabricantes han ido agrandando sus apéndices aerodinámicos, especialmente Ducati y Yamaha, hasta convertirlos en una piezas peligrosas, no solo en las caídas en pareja o grupos, sino, incluso, en la pelea por adelantarse en mitad de la curva. “Habrá un día que alguien perderá un brazo o una pierna”, llegó a decir, en el mismo GP de Catar que abrió la temporada a mediados del pasado mes de marzo, el piloto británico Cal Crutchlow.

ENFADO DE DUCATI

Hay quien piensa que la auténtica razón de esta prohibición es que tanto la FIM como Dorna no desea que la investigación y el desarrollo de las cuatro grandes marcas que hay en el Mundial de MotoGP (Honda, Yamaha, Suzuki y Audi a través de su filial Ducati) en esa dirección dispare los presupuestos y, por tanto, empequeñezcan y reduzcan aún más las posibilidades del resto de competidores más modestos.

“No me parece correcto que se hayan prohibido. Está claro que ha habido equipos que han aprovechado la coyuntura para tratar de prohibirlas, porque saben que estamos por delante de ellos en su evolución”, lamentó Andrea Dovizioso al enterarse del veredicto final en declaraciones a la web motorsport.com.