El filial del Almazora se encuentra en otro hábitat en el presente curso futbolístico. El Almazora B, habitualmente en el grupo III en sus singladuras en Segunda Regional, competirá en el presente curso en el segundo, algo que le propicia unos desplazamientos más cortos. Pero, por encima de eso, los almazorenses tienen el objetivo de conseguir el retorno a Primera Regional, categoría que perdieron hace dos años y que aspiran a recuperar en un año que se presume importante.

Este año el club ha conjuntado un buen bloque para que el segundo equipo esté muy arriba en la tabla clasificatoria desde el comienzo del campeonato. Sin ir más lejos, ya en el la fase preparatoria de pretemporada, el equipo dio la cara y ofreció muy buenas sensaciones ante conjuntos de categorías superiores.

Al frente del joven pero talentoso batallón estará Miguel Armenteros Doménech, un entrenador metódico que debe ser el encargado de llevar a buen puerto a una escuadra candidata al ascenso.

La importancia de subir no es un baladí para el club, no en vano, con el primer equipo en Tercera División se pretende promocionar al filial, al menos, a Primera Regional, con ello se reduciría el enorme salto entre categorías. Eso sí, tampoco hay que olvidar la importancia del apartado formativo en su condición de filial, más si cabe cuando la escuadra sénior está apostando este año por un perfil de futbolistas jóvenes y con proyección.