Un gol de Nico en la jugada final del partido le dio los tres puntos al Almazora ante el filial del Elche, que aspiró hasta el final a poder sacar algo positivo de su visita al José Manuel Pesudo. Los blanquinegros despedían así como locales una temporada histórica, con la tranquilidad de tener la permanencia asegurada.

En el primer tiempo no hubo demasiadas ocasiones de gol, si bien en los primeros compases hubo buenas aproximaciones de los discípulos de Iván Medall, sobre todo en el primer cuarto de hora de juego, que llevaron algo de peligro pero sin definir demasiado. Los almazorenses controlaron en todo momento el poderío ofensivo ilicitano, que lo fió sobre todo a balón parado.

El primer gol llegó tras una buena internada de Raúl Moliner en un disparo de este que finalmente aprovechó Nico para abrir el marcador. Eso sí, muy poco después el visitante Ismael tuvo en el minuto 43 un uno contra uno que Rubén resolvió bien enviando a corner.

En el segundo tiempo los blanquinegros salieron un tanto desorientados en los primeros compases y esta circunstancia la supo aprovechar muy bien el filial del Elche para empatar por mediación de Ismael.

A partir de aquí el partido fue un continuo toma y daca en el que cualquier equipo se podía haber llevado el partido, pero fueron los locales quienes, muy serios en defensa y con mucho pundonor, siguieron frenando a los visitantes tras recuperarse de la falta de concentración. Así plantaron cara a los ilicitanos, que se encontraron con muchos problemas para crear oportunidades de gol, fiándolo todo a algún contragolpe y a balón parado.

Las oportunidades de gol escasearon en esta segunda parte, pero los almazorenses supieron sufrir hasta el pitido final y esto les llevó a alcanzar la victoria tras el segundo gol de Nico en el último suspiro de la segunda parte. Un final perfecto para despedir la temporada en el Pesudo.