En una temporada en la que el grupo VI de Tercera está plagado de representantes provinciales, el buen arranque liguero del CD Almazora ya destaca sobre el resto. Tras dos victorias y dos empates, el conjunto blanquinegro permanece invicto. Después de 24 años en Regional Preferente, cuesta recordar aquel equipo que, a comienzos de los 90, estuvo dos temporadas en Tercera. Es la máxima categoría que ha podido degustar un club cuya historia, pese a fundarse en 1914, se ha visto interrumpida en varias ocasiones, pero que desde 1968 se ha ido consolidando como referente deportivo del municipio.

“Es imposible olvidar a Romo, Alberto Felip, Cruceta, Octavio, Nahum, Julián, Bou...”, jugadores de la época más dorada del club que, por entonces, “actuaba como filial del Castellón”, comenta Pepe Monfort, aficionado del Almazora que actualmente se encuentra documentando una obra, en dos tomos, que recoge crónicas, datos y fotos sobre la historia de la entidad para su publicación a lo largo de la presente campaña.

En esta preciosa historia, el último protagonista que destaca, por su contribución al ascenso de hace unos meses, es Iván Fandos, autor del único y decisivo gol del partido que enfrentó a los blanquinegros ante al Burriana, en la final de la promoción: “Tejera rechazó un buen centro al área de Troncho y cuando Postin fue a despejar, pude hacerme con el balón y chutar a la escuadra”, narra. “Fue en el minuto 113 de la prórroga; tengo grabada en mi mente la secuencia del gol, parece que lo esté viendo ahora”, cuenta un emocionado Fandos, que pudo dedicar el tanto a sus familiares, amigos y compañeros de equipo.

AMBIENTE FAMILIAR // Una de las claves de la buena marcha del proyecto es el bloque humano que se fraguó antes del regreso a Tercera. Albert Juste, uno de los referentes del vestuario, por su veteranía y experiencia en categorías superiores, no duda en destacar la piña que conformaron los jugadores y el cuerpo técnico antes del ascenso, en el que todavía sobreviven más de una decena de jugadores: Adri, Cifu, Roberto, Rubén, Requesens, Troncho, Rai, Cantavella, Fandos, Esteban, Andrés y el propio Juste.

El atacante catalán destaca que el Almazora “es un club serio y, a la vez, familiar”, que está compuesto por “gente humilde, que tiene un trabajo y entiende el fútbol como un hobby”, subraya Juste. A su vez, el jugador resalta la figura de Iván Medall, entrenador del Almazora que arranca su tercera temporada en el José Manuel Pesudo: “Tras una temporada tirando a mala, el míster nos inculcó su dinámica, que era y es jugar sin sufrir”, afirma el mediapunta de Rubí. “Tiene una filosofía e ideas claras y sabe transmitirla al futbolista. Estudia muy bien a los rivales y, además, es un enfermo del fútbol”, agrega sobre el actual inquilino del banquillo del Pesudo.

PRESUPUESTO AUSTERO // En la cúpula del club, Ramón Broch también cumple su tercera campaña en la presidencia. “El Almazora no es solamente el primer equipo: son los 18 conjuntos y los más de 300 jugadores que lo componen”, afirma. La directiva de la entidad ha presupuestado unos 150.000 euros esta temporada para todo el club. “El Ayuntamiento nos ha ayudado un poco más este año; también la Diputación, las empresas y comercios, por lo que tenemos ilusión de poder cumplir a nivel económico” reconoce, agradecido, el presidente del CD Almazora. Sobre la partida destinada al primer equipo, afirma que aunque sea de las más bajas de la categoría, lo suplen “con ganas, ilusión, pelea y dándolo todo en cada encuentro”, matiza Broch.

El equipo blanquinegro se medirá mañana (20.00 horas), en casa, frente a otro recién ascendido a la cuarta categoría nacional, el Almoradí. Un encuentro con el que seguirán escribiendo las páginas de la historia del fútbol en Almassora, que ya es centenaria. H