Fernando Alonso ganó, junto al suizo Sébastien Buemi y al japonés Kazuki Nakajima, el Mundial de Resistencia, al repetir el triunfo de hace un año en las 24 Horas de Le Mans, por delante del otro Toyota TS050 Hybrid, el del argentino Pechito López, que perdió el liderato a menos de una hora para el final por dos pinchazos.

El doble campeón mundial asturiano de Fórmula 1, que ya había obtenido hace un año la primera victoria para Toyota en la prueba de un día más importante del mundo, repitió triunfo en la mítica carrera que concluyó ayer en el circuito de La Sarthe, en la que a Pechito se le escapó el que hubiese sido uno de sus éxitos más importantes, junto al inglés Mike Conway y al también nipón Kamui Kobayashi.

Alonso y sus compañeros se aprovecharon del infortunio del argentino con el coche 7, que llevaba mejor ritmo que el 8 del asturiano y circulaba hacia la victoria cuando sufrió la avería.

Alonso, que en enero también ganó las 24 Horas de Daytona, se pudo resarcir de la decepción al no competir en las 500 Millas, donde buscaba la triple corona. El asturiano ganó en el mismo año las dos pruebas de un día más prestigiosas del mundo para certificar un título, el del Mundial de Resistencia (WEC), que hubiese logrado siendo séptimo.