El Dakar no perdona. Fernando Alonso (Toyota) salió a la segunda etapa del Dakar con intención de desplegar más velocidad, pero la mala suerte se cebó en el asturiano cuando estaba marcando el tercer mejor tiempo del día. Una piedra, oculta en la arena, destrozó una de sus ruedas y el trapecio de dirección. Imposible seguir. El asturiano y Marc Coma, su copiloto, se las apañaron para reparar la avería, aunque perdieron más de dos horas y media. La diferencia les deja prácticamente sin opciones de luchar con los mejores al final de rally, por un buen puesto en la general.

Quien sí demostró ayer sus opciones a la victoria final fue Carlos Sainz (Mini), autor de una grandísima etapa, que se frustó al final. El madrileño rodó segundo mucho tiempo, pero al final fue sexto, a 13 minutos del Toyota de Giniel de Villiers, lo que le aúpa al segundo lugar de la general, primero entre los favoritos.

Con su sexta posición de la primera etapa y el segundo puesto en la segunda, Orlando Terranova (Mini 4x4) es el nuevo líder, con casi cinco minutos de ventaja sobre Sainz. Nasser Al-Attiyah (Toyota), actual campeón, salvó los muebles a seis minutos del primero, mientras que Stephane Peterhansel (Mini), 13 veces ganador del Dakar, acumula ya 13 minutos de retraso tras dos días.