“Esta es la mejor carrera del mundo y estoy aquí para ganar”. A Fernando Alonso le ha costado expresarse así. Porque ayer fue el primer día en que realmente el Nano comenzó a sentirse bien "cómodo" sobre el McLaren-Honda del equipo Andretti, el día que empezó a disfrutar sobre el óvalo de Indianápolis. Restan dos días de entrenamientos libres más. En la tarde del viernes se celebrará el tradicional sorteo de puestos para la clasificación, que se llevará a cabo sábado y domingo. La próxima semana se repetirán los entrenamientos privados y el domingo la gran carrera. Cuando llegue el gran momento, Alonso habrá rodado más kilómetros en el oval que durante toda la temporada en curso sobre el McLaren de F-1.

UN MONOPLAZA DEMASIADO ESPECIAL

Y, creanlo, no le sobrará ni una vuelta. La adaptación es difícil. En los primeros días, “el coche me conducía a mí, no yo al coche”. Es un monoplaza asímétrico, para rodar siempre en curvas hacia la izquierda, sin apenas carga aerodinámica y un motor de 500 caballos que le empuja a 370 kms/h. Tiene la mitad de carga aerodinámica y la mitad de potencia que un F-1 y, desde luego, la décima parte de tecnología. “Es una cuestión de corazón, de concienciarte que, con un coche así, se puede entrar sin levantar el pie en cada curva”, decía Alonso tras sus dos primeros días de entrenamiento.

Cumplió con los test de los rokkies, regresó para participar en el Gran Premio de España de F-1, en Barcelona, y nada más acabar la carrera de Montmeló, se subió al avión privado fletado por McLaren para aterrizar en Indianápolis y dirigirse al circuito, para subirse al coche sin dormir. “No es una cuestión física porque las fuerzas G son menores que en un F-1 y me he preparado mucho en el aspecto físico y en el simulador…” Los dos primeros días de esta semana tampoco acabó de sentirse cómodo. “Tengo mucho trabajo por delante, pero llegaré preparado a la carrera”, decía sin tener aún buenas sensaciones, pero ayudado por los consejos de su equipos, de Marco y Michael Andretti, o de rivales como Juan Pablo Montoya.

EMPIEZA A DORMIR BIEN

Y ayer por fin, esta madrugada en Indianápolis, comenzó a sentirse bien, a realizar algunos cambios en el set up del coche, a rodar en tráfico, a jugar con los rebufos, a practicar los pit stop, a no sorprenderse en ver público pululando dentro del box. Fue también la primera noche con horas de sueño regulares. Sí, ahora ya tiene la mirada pícara y perdida, que no se veía en su cara desde hace cuatro años, la mirada de quien puede estar hablando de cualquier cosa mientras piensa cómo ganar. El viento arreció ayer, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora, la mayoría de los pilotos ni salieron a pista a rodar, otros lo hicieron son unas vueltas y a Fernando Alonso casi hubo que obligarle a bajarse del monoplaza. Ya disfruta en cualquier situación.

“Es la primera noche que he dormido más o menos bien sin demasiado jetlag. Y sí, me siento mejor y mejor a cada momento, físicamente y también con el coche. Por supuesto, cuantas más vueltas hago, mejor me siento”, dijo tras finalizar la tercera sesión, con casi un centenar de vueltas completadas, que le llenan de información, como los comentarios de sus compañeros. “Hay seis pilotos en nuestro equipo con mucha experiencia y compartimos sensaciones, quiero seguir aprendiendo de ellos también”, explicó el asturiano en una rueda de prensa conjunta con todos los pilotos del equipo Andretti.

PENSANDO EN GANAR

“El martes fue una buena experiencia de aprendizaje en grupo. Los ves, los observas, corres junto a ellos, te pegas a sus coches, los pasas, los repasas y, sobre todo, debes acostumbrarte a estar muy, muy, muy cerca del otro coche, por supuesto, también las curvas. Habrá días en los que será muy diferente, porque ya no serán amigos”, apunta el bicampeón de F-1. Alonso reconoce que, tras el primer entrenamiento, no se sentía cómodo. “Estoy feliz donde estoy ahora. Después de la prueba a principios de mayo, el coche era diferente de conducir y el lugar muy diferente también, me sentí feliz, pero no cómodo. Ahora y después de correr en tráfico, me siento mucho más cómodo y feliz, aunque todavía queda mucho por sentir. Escucho sus consejos cada día y trato de hacerlo al día siguiente y lograr sentir lo que ellos sienten”.

El asturiano sigue su hoja de ruta en una fase en la que ya se trata de afinar detalles. Ahora sí, se ve en el camino de poder hacer algo grande. “Tener la oportunidad de experimentar este evento es algo que cualquier piloto de carreras debería de tener la oportunidad de sentir. He tenido la oportunidad de poder hacerlo con McLaren y Honda y por eso estoy aquí. Y, si estoy aquí, voy a tratar de ganar”