El Villarreal B recibió ayer buenas noticias de parte del Comité de Competición de la RFEF, que aceptó el recurso presentado por el club amarillo por su defensa Pau Francisco Torres, al que retiró la primera de las dos cartulinas amarillas que vio en el partido de ida (0-0) de la segunda eliminatoria del play-off de ascenso, en Fuenlabrada, y podrá estar el domingo en el centro de la zaga del filial en el choque que definirá si los de Miguel Álvarez están en la ronda definitiva para intentar el regreso a Segunda A.

Competición tuvo en cuenta las imágenes de televisión que demostraban, de forma bastante clara, que el jugador del Villarreal B no cometió ninguna acción punible en la jugada que le costó la amonestación en el minuto 16 del choque en el Municipal Fernando Torres; posteriormente, Pau sería expulsado al ver la segunda amarilla en la recta final del encuentro.

Miguel Álvarez soluciona así uno de los contratiempos más importantes que se cernían sobre su equipo de cara a un encuentro en el que el técnico espera reajustar los desequilibrios que observó en tierras madrileñas. «La primera parte en Fuenlabrada es el camino que tenemos que seguir; y la segunda es el modelo de lo que no tenemos que hacer. No podemos meternos atrás, porque sufrimos, no somos un equipo preparado para eso. Si lo solucionamos, daremos buena réplica al Fuenlabrada el domingo», señaló el técnico jiennense durante su intervención en el programa de Televisión de Castellón Mediterráneo La Tribuna. Álvarez espera, además, que el filial mejore el acierto en los últimos metros, «lo único que nos falta», admite. Sobre el futuro, el técnico reconoce que no le preocupa en el apartado personal, mientras que el posible ascenso sí «servirá para que el actual grupo se mantenga».