Álvaro Cuadros, del Caja Rural, proclamó ayer campeón de la Volta Ciclista a Castelló 2017. Un triunfo que no fue tan sencillo como podía presagiarse. No en vano, un pinchazo en la subida al Desert de Les Palmes, cuando sólo su escudero Jaume Sureda quedaba para echarle un cable, le hubiera podido poner en apuros. Incluso en el descenso del puerto, cuando sus rivales le atacaban implacables en un último intento de derrocarle. Pero la suerte del campeón apareció y el granadino no falló. Ni flojeó.

Cuando se quedó solo contra todos los rivales, que le lanzaban ataques inmisericordes, tuvo la fuerza suficiente y el temple necesario para no perder los nervios ni la victoria. El granadino llegó con el pelotón que disputó la victoria de etapa, que ganó finalmente Víctor Manuel Romero (ULB-Sports Prored). Ambos cruzaron la meta feliz.

La última etapa fue movida. Los equipos que no habían conseguido ninguna victoria tenían su última oportunidad. Pero no solo los aspirantes a ganar la jornada, sino los que querían vestirse de amarillo fueron apretando, en especial cuando la carrera llegó a las faldas del Desert de les Palmes. Cuadros pinchó y estaba solo, sus gregarios ya habían cumplido. Y le atacaron, sobre todo los galos de La Pomme Marseille.

Pero el líder, que llegaba a la cima con algunos segundos de retraso, resistió, y tras el descenso volvió a unirse al grupo, llegándose la recta de meta en el Patronat en grupo, donde Romero se llevó el esprint y Cuadros, la Volta.